Un cambio para promover la igualdad

La Defensoría para la Igualdad de Mujeres y Hombres ha propuesto a las Juntas Generales de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa una modificación en la normativa del IRPF para corregir la discriminación que ha detectado en algunos casos por razón de sexo. Este organismo público ha descubierto que las madres y padres de familias monoparentales con hijos a su cargo de entre 18 y 30 años pierden dinero respecto de sus ex cónyuges, que sí pueden seguir desgravando su aportación por los hijos.

La presidenta de entidad, Maite Erro, dijo ayer que se trata de una propuesta aparentemente simple pero de importantes consecuencias. "Va a afectar a miles de familias monoparentales, a 27.400 más en concreto, según los datos del Eustat de 2006. Se trata de 22.600 madres con hijos de entre 18 y 30 años, y de 4.800 padres con hijos entre esas edades".

La normativa actual en el caso de parejas separadas permite una deducción en concepto de pensiones alimenticias hasta los 30 años de edad, mientras que fija en los 18 años el límite para que la persona responsable de su custodia pueda optar por la tributación conjunta y beneficiarse así de la reducción que este tipo de tributación conlleva.

"Hemos constatado que una norma aparentemente neutra pone a las mujeres en desventaja, en el caso de las familias monoparentales. Esperamos que la Administración foral será sensible a esta propuesta de modificación" declaró ayer Erro.

El estudio realizado por la Defensoría pone en evidencia que la normativa del IRPF obliga a pagar a una madre sola, representativa de la media, más de 921 euros por el solo hecho de que su hijo o hija cumpla la mayoría de edad. Por ello, demanda eliminar la traba que priva a las familias monoparentales de poder optar por la tributación conjunta, con el consiguiente incremento de la carga fiscal, en cuanto el menor de los hijos o hijas cumple los 18 años de edad.

Por una parte, se trataría de eliminar esa traba y de sustituirla por un criterio "más acorde con la situación socioeconómica de nuestros días". La Defensoría propone por simplicidad legislativa, unificar la edad de pertenencia de los hijos a la unidad familiar con aquella que permite la aplicación de la deducción por descendientes, fijando en ambos casos el límite de edad en los 30 años. De esta manera, constituirían unidad familiar monoparental la madre o el padre, según los casos, con los hijos menores de 30 años.

En su opinión, el retraso en la emancipación de los hijos amplía abiertamente el periodo de convivencia con los progenitores y, por lo tanto, genera mayores perjuicios para quien está a su cargo.