Ahí arriba aún hay mucho que aprender

CRISTINA DELGADO

Si es usted un alto directivo, habla inglés a la perfección y busca conocimientos internacionales con viajes por medio mundo, puede optar a uno de los másteres de lujo que ofrecen las mejores escuelas de negocios españolas. Tendrá una de las formaciones más elitistas del globo. Eso sí, deberá desembolsar entre 60.000 y 90.000 euros, o trabajar para una empresa muy comprensiva que pague por usted. Pero, a golpe de esfuerzo y cartera, obtendrá una educación digna de un rey.

Los cursos incluyen periodos en varios países y formación online intensiva

Los principales centros de negocios de España no tienen nada que envidiar a las escuelas de Estados Unidos en lo que a programas de altos vuelos se refiere. El IESE, ESADE y el IE Business School ofrecen algunos de los másteres más exclusivos del mundo para altos directivos. No van dirigidos a ejecutivos españoles. Sus aulas concentran entre un 80% y 90% de alumnos llegados de otros países.

Por eso los centros se afanan en ofrecer lo mejor en su joya de la corona. Tienen muchos programas, pero éste los supera a todos. Es el que dirigen a la crème de la crème de los altos ejecutivos. Los programas de las tres escuelas tienen en común varios rasgos: para empezar, son para directivos en activo de empresas importantes. Además, todos duran más de un año, pero en realidad sólo unas cuantas semanas son presenciales y para el resto de las horas usan las herramientas online. Y todos tienen al menos un periodo de clases en el extranjero. China es un destino fijo. El IESE ofrece además India y Estados Unidos. ESADE añade Rusia y Brasil. Todos los viajes van destinados a conocer empresas y ejecutivos de estos países y estudiarlos de cerca.

Otro rasgo común de esta formación de alto standing es su elevado precio. Cuesta hasta 90.000 euros y no incluye los vuelos necesarios para los periodos que deben cursarse fuera ni, en la mayor parte de los casos, el alojamiento en países como China o EE UU. "Organizar este tipo de cursos es complicado. Son grupos reducidos, personas de varios países, acuerdos con muchas empresas de fuera...", se excusa Camelia Ilie, responsable de estudios internacionales de ESADE. Los precios, además, aseguran a los centros que quienes asistan tengan mucho interés y una posición privilegiada.

Alejandro Gortari, de la firma de búsqueda de directivos Zavala Gortari, avala que son rentables. "Enriquecen la experiencia práctica de los directivos. Complementan una formación a veces deficiente en el área internacional, pero sobre todo les abre la mente, y les proporciona frescura mental", explica.

Los tres centros de negocios españoles aparecen en las listas de las mejores escuelas del mundo y muchos cruzan el charco buscando sus programas. Según el IESE, los alumnos de su máster de lujo tienen de media 37 años, 12 de experiencia en la alta dirección; más del 80% son extranjeros, de al menos 25 nacionalidades y de 17 sectores diferentes. A la mitad les paga la formación la escuela, pero la otra mitad hace el desembolso por su cuenta, porque piensan que es una inversión.

"Los directivos vienen a formarse hasta España porque aquí tenemos más claro lo de la internacionalización. En nuestras clases no hay una nacionalidad ni un pensamiento dominante", explica Gonzalo Garland, director general de relaciones externas del IE Business School. Asegura que en las escuelas de EE UU la mayor parte de la clase la forman personas del país, y eso hace que todo esté impregnado de un tinte norteamericano. "Aquí nadie domina y eso lo hace más internacional", comenta. "En España, desde hace años, los directivos saben que deben esforzarse en ser más internacionales. Por eso las escuelas empezaron a crear estos programas, que hoy compiten con los mejores", señala Camelia Ilie.

Andreas Gathman asistió a uno de estos másteres exclusivos hace dos años en el IE. Lo tiene muy claro: "Valió la pena". Reconoce que no fue fácil. Cuando cursó el International Executive MBA era presidente de la compañía farmacéutica Boehringer Ingelheim Vetmedica en Japón. Y eso requería mucha dedicación. "Hay tres factores centrales en tu vida cuando haces uno de estos cursos: la familia, tu empresa y el esfuerzo que requiere. Es muy complicado combinar los tres y siempre dejas uno desatendido", comenta.

De ahí que las escuelas comprueben que los alumnos están motivados y las empresas implicadas. "Exigimos que las firmas donde trabajen envíen una carta de apoyo. Y somos muy estrictos: si se saltan un día, no reciben el título", explica tajante María Puig, directora del máster Global Executive MBA del IESE.

Gathman, mitad venezolano, mitad alemán, lo recuerda como un año muy duro. "Tienes formación presencial, pero también online, para lo que te piden que trabajes casi todos los días", recuerda el directivo. Sin embargo, gracias a los meses de máster, hizo una red de contactos que aún conserva. "En la alta gerencia se está muy solo. Uno tiene que tomar decisiones, y conocer a gente con cargos similares en otras compañías te ayuda a ver más soluciones". Ahora trabaja de gerente en la constructora ULMA Formworks en Emiratos Árabes Unidos. Vive en Dubai y allí se reúne con antiguos alumnos del IE. "Y en las empresas que estoy levantando, aplico cosas que aprendí hace dos años", apunta. -