Judy Frankel, cantante de música sefardí
Judy Frankel, fallecida el 20 de marzo en San Francisco, a los 65 años, contribuyó a la conservación de las canciones de los judíos sefardíes. La estadounidense recorrió su país y actuó en Barcelona, Madrid, La Habana, Montreal, París o Shanghai. En sus cuatro discos (Tresoros sephardis, Scalerica de oro, Sephardic songs of love and hope y Silver & gold) grabó temas tradicionales y una adaptación del himno de Israel.
Recopiló muchas canciones hablando con miembros de la comunidad judía de San Francisco, que las recordaban de su infancia. Quería cantarlas en ladino original, con su guitarra y una voz tipo Joan Báez. En el San Francisco Chronicle explicó que el ladino era el idioma con el que las mujeres cantaban a los niños. En el Mount Zion Medical Center cantó para una anciana que no las había oído en medio siglo.
Hija única, y nacida Judith Bradbury, creció en Boston. Con 13 años cantaba y tocaba la guitarra en bodas, bar mitzvahs y emisoras de radio y televisión. Llegó a San Francisco en 1969, con su entonces marido, el también músico Ken Frankel, y cantó como solista en el San Francisco Symphony Chorus y el San Francisco Consort, grupo de música medieval.
Frankel, que publicó el cancionero Sephardic songs in judeo-spanish, figura en recopilatorios como Mediterranean lullaby y en la caja del sello Rounder Divine divas: A world of women's voices junto a Ani DiFranco o Aretha Franklin, y aparece en el documental de Bonnie Burt Trees cry for rain: A sephardic journey.
De familia askenazi, Judy Frankel se interesó por la cultura de los judíos expulsados de España. En Macao, según su amiga Anne Treseder, aprendió de un refugiado de Timor una canción sobre la paz. En 1995, la cantó en Lisboa en un homenaje a Aristides de Sousa Mendes, diplomático portugués que en Burdeos salvó la vida a miles de personas al proporcionales visados para huir de la Francia ocupada por Hitler.
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