Planeta Titirimundi
El festival revela la capacidad de las marionetas y los títeres para encarnar el "todo es posible". 46 compañías internacionales (con 502 funciones) se citan en Segovia
Cómo se lleva el olor del mar a una sala de teatro?, ¿cómo se inunda de estrellas el patio de butacas?". Son interrogantes que en su día se hizo Federico García Lorca. Nadie como los titiriteros y marionetistas saben encarnar esa incógnita que lanzó alguien especialmente comprometido con el teatro de títeres.
En Segovia, apenas llega la primavera, incrédulos y creyentes ven con sus propios ojos y sienten con emociones propias cómo un titiritero es capaz de materializar cualquier sueño.
"En pocos años se ha pasado de que el títere casi muere por no renovarse y quedarse relegado más que a lo infantil, a lo infantiloide, a ser la forma teatral más dinámica, imaginativa, incorporadora de nuevas tecnologías y en la que continuamente se reinventa todo, la gente que trabajamos en este mundo sabemos que nada como el títere hace más libre a un creador, porque te permite hacer cualquier cosa", sostiene Julio Michel, fundador de Titirimundi, el festival de marionetas considerado por muchos como el mejor del mundo y que este año celebra su XXII edición, con 502 funciones de 46 compañías de numerosos países, que se verán no sólo en Segovia (del 8 al 15 de mayo), sino también en ciudades de Castilla y León, así como en Madrid y su comunidad.
Michel ya ha traído todos estos años a 651 compañías de 40 países. No sólo programa una sucesión de bellísimos espectáculos. Crea una fiesta que transforma la ciudad. "El desafío siempre es el mismo: conseguir un programa coherente, con interés, dentro de un ambiente festivo y con la mirada puesta en la creación de una escuela de títeres, algo urgente que hacer en Segovia".
Como otros años, la programación tiene un bloque que bien podría denominarse "menú degustación". Grupos que repiten porque Michel los considera imprescindibles para novatos e iniciados. Rod Burnett con Punch & Judy y Salvatore Gatto con Pulcinella, en la más pura tradición británica e italiana, respectivamente. Los portugueses Os Bonecos de Santo Aleixo. El belga y maravilloso Circo de las pulgas, con unas pulgas que no existen y todo el mundo las ve y las vive. Los húngaros Micropodium, con su poema visual lleno de ternura. Mr. Barti, un muñeco de hilos que ha terminado dominando a su manipulador.
Entre los lenguajes populares y centenarios de títeres y marionetas, grupos de Turquía, India, Brasil, Malí con curiosísimos muñecos o los españoles Mayalde con sus aventuras arqueológicas.
En el argot titiritil, hablar de "los del Este" es hablar de perfeccionismo, calidad, oficio... En los países del antiguo bloque socialista estaban las mejores escuelas de títeres del pasado siglo. Poseen una sólida red sobre la que descansan importantes profesionales: "Evidencian la falta de escuelas en España", apunta Michel. Acude a Segovia el checo Alfa Teatro con una divertida versión de Los tres mosqueteros, que introduce el humor de los cortometrajes del cine mudo de Max Linder y la comunicación por SMS. El ruso Victor Antonov trae su pequeñísimo Circo en los hilos, donde se unen destreza y ensoñación. Y de origen español, pero formación checa, está Karromato con su bello y tradicional circo.
Francia, siempre muy presente en Segovia, está con Les Ateliers du Espectacle, una innovadora y curiosa propuesta artística en la que tienen cabida la poesía, la arquitectura, la pintura..., pero no es una performance, va más allá; el carromato de Des Chiffonnières et Le Quarantième Rugissant, una troupe familiar que fusiona el mundo del cine de animación con el títere, para expresar las ideas más locas. Y el rey de los titiriteros franceses: Jean- Paul Hubert, quien ha arrastrado a creadores escénicos al mundo del títere, después de que le vieran, como al propio Michel.
Dentro de la oferta española hay grupos que triunfan fuera de nuestras fronteras: La Chana y sus ironizados pasajes bíblicos y Jordi Bertran con sus impactantes Poemas visuales. Sustituyendo a un titiritero francés enfermo estará Federico Martín, hombre capaz de hacer magia con las palabras.
La gran diferencia del títere con respecto al teatro hoy la marcan compañías que investigan hasta la saciedad. Txo Teatre de Titelles ha puesto la más alta e imaginable tecnología al servicio del títere. En ese camino están, entre otros, Kamante Teatro, la danesa Sofie Krog, el inglés Stephen Mottram (considerado uno de los titiriteros más vanguardistas del mundo) o Stuffed Puppet, una de las estrellas del festival con su teatro visual y emocional y sus grandes marionetas con las que enfrenta al público con sus propios miedos.
Para los que se trabajen la calle están los carruseles y los pasacalles, algunos excepcionales como los de Joan Baixas, Stef Vetters o Criadores de imagens.
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