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Malasaña se empeña en sus fiestas

La Policía Municipal estrena antidisturbios para vigilar el barrio

F. Javier Barroso

El barrio de Malasaña, con la plaza del Dos de Mayo de epicentro, no ceja en su intento de celebrar sus fiestas, un año después de los disturbios que azotaron las noches con batallas campales entre policía y jóvenes. Éstos querían irrumpir en el centro de la plaza y hacer un botellón, pero los agentes se lo impidieron. A las dos de la madrugada del 2 de mayo de 2007 se produjeron unos fuertes disturbios que acabaron con contenedores volcados e incendiados, revueltas por Malasaña y problemas de orden público durante la madrugada.

El Ayuntamiento no permite celebrar las fiestas desde hace cuatro años, en que los vecinos las suspendieron tras los atentados del 11 de marzo alegando posibles "desórdenes sociales", según relató a Europa Press un portavoz de Asamblea Ciudadana del Barrio de Universidad (ACiBU). "Tras varios años de negativas y prohibiciones, y con motivo del bicentenario del Dos de Mayo, el Consistorio madrileño ha accedido a incorporar a su programa algunas de las propuestas de la ACiBU, pero ha vuelto a mostrar su rechazo frente a algunas actividades que los vecinos consideran irrenunciables, como la verbena popular", señaló.

La verbena será hoy a partir de las dos de la tarde en la plaza de Juan Pujol y participan también el Patio Maravillas y con el Foro Social de Madrid. Este programa de fiestas, alternativo a los "fastos oficiales", según ACiBU, alberga también una exposición permanente de fotografías en los balcones de las plazas y la celebración de una comida.

Anoche, en la plaza del Dos de Mayo había menos movimiento que en cualquier otro fin de semana, aunque las terrazas registraban lleno total y ambiente relajado, rodeando el escenario que hoy albergará a la gran maja que la coreógrafa Sol Picó desplegará por encargo del Ayuntamiento, informa Daniel Verdú.

Los contenedores de reciclaje habían sido retirados para evitar que se usaran como barricadas y la Policía Municipal tenía tomada la plaza: 13 coches aparcados, seis motos y decenas de agentes paseando por el barrio.

Precisamente la Policía Municipal ha aprovechado estas fechas tan problemáticas para poner en marcha una unidad nueva. Se trata de los antidisturbios, un grupo formado por unos 60 agentes que han recibido formación de sus homólogos en el Cuerpo Nacional de Policía. Los funcionarios han asistido a cursos específicos de control de masas durante los últimos meses. También se les ha dotado por parte de la Concejalía de Seguridad de cascos de fibra de vidrio y escudos de protección para hacer frente a los altercados que se vayan produciendo en actos organizados por el Ayuntamiento o para la protección de edificios públicos, entre otras funciones. "Queremos evitar escenas como las vividas el año pasado en Malasaña, que no estábamos preparados para afrontar a decenas de jóvenes que querían atacarnos y entrar en la plaza", destacaron fuentes de la Policía Municipal.

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El número de agentes irá aumentando en los próximos meses, de forma que la capital siempre cuente con una veintena de antidisturbios de guardia como fuerza de reacción. "No queremos meternos en las competencias de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Hemos formado a estos agentes para que puedan intervenir en los momentos críticos", explicaron fuentes de la Policía Municipal. Madrid se une de esta forma a otras policías locales que sí disponen de estas unidades, como la Guardia Urbana de Barcelona.

Ésta no es la primera vez que la Policía Municipal intenta poner en marcha una unidad antidisturbios. Ya hubo un amago a finales de los ochenta, pero una violenta carga vecinal a pedradas en la avenida del Veinticinco de Septiembre, en el distrito de San Blas, dio al traste con la idea.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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