Los líderes de los grandes partidos británicos se estrenan en las urnas
Los sondeos auguran malos resultados para los laboristas en las municipales
Los sondeos preelectorales auguraban malas noticias para Gordon Brown en las elecciones locales de ayer en casi 160 municipios de Inglaterra y Gales. Los resultados no se conocerán hasta hoy. Las elecciones tienen importancia porque se trata de la primera vez que se someten a las urnas los nuevos líderes de los tres grandes partidos políticos británicos. Los laboristas necesitan una victoria de Ken Livingstone en las cruciales elecciones directas de alcalde de Londres, en las que las apuestas se decantan por el conservador Boris Johnson pero los sondeos auguran un codo a codo.
Gordon Brown ha llegado muy debilitado a su primera cita con las urnas desde que en junio pasado fue nombrado primer ministro. Pero, a pesar de las crecientes especulaciones mediáticas, parece muy difícil que el Partido Laborista se vea arrastrado a una guerra interna para destronarle. Los laboristas cuentan con el pequeño consuelo de que en los últimos años sus resultados en las municipales -que en el Reino Unido se celebran cada año para renovar sólo una parte del total de municipios- han sido ya un desastre y es difícil que sufran una bajada espectacular. Las votaciones de 2004, en las que se renovaban los mismos municipios que ayer, fueron especialmente malas para ellos, con sólo un 26% de los sufragios en plena resaca por la invasión de Irak un año antes.
Aunque David Cameron ya era líder conservador el año pasado, las elecciones de ayer son las primeras en las que los británicos le juzgan directamente a él. Los tories aspiran a romper la barrera del 40% de votos y, sobre todo, a arrebatarle al laborismo la alcaldía de Londres. La candidatura de Boris Johnson, un político con fama de poco serio, ha sido una apuesta personal de Cameron.
Tanto los laboristas como los tories hablaban ayer de gran afluencia de votantes en sus respectivos feudos, pero como en el Reino Unido no se dan cifras oficiales de participación hasta que ha finalizado el recuento, es imposible saber si ha aumentado la participación. Los analistas creen que una alta participación es en principio más favorable a Ken Livingstone.
La igualdad en los sondeos electorales convierte en un ejercicio muy arriesgado pronosticar quién ganó las elecciones a alcalde de Londres, cuyo resultado no se conocerá hasta hoy o quizás hasta mañana si el perdedor pide un segundo recuento. El conservador Johnson debería ser el ganador según los sondeos de YouGov, que le daba una ventaja de siete puntos en su último sondeo. Ipsos Mori y MRUK, en cambio, pronosticaban una ajustada victoria del actual alcalde, el laborista Ken Livingstone.
Aunque YouGov realiza sus encuestas por Internet, suele ser bastante fiable a la hora de examinar la evolución de la tendencia de voto. Sin embargo, muchos expertos desconfían esta vez de YouGov porque las elecciones londinenses no utilizan el sistema electoral del Parlamento de Westminster.
En Londres, los electores tienen dos votos: uno para su candidato y otro para su segunda preferencia, que sólo cuenta si el candidato elegido en primer lugar no queda entre los dos con más votos de primera preferencia. Dada la aparente igualdad entre Johnson y Livingstone, la elección la decidirán las segundas preferencias de los votantes de los otros candidatos. Y, a juicio de esos expertos, YouGov capta con menos fidelidad la proyección de votos de segunda preferencia.
En paralelo a la elección de alcalde, los londinenses eligieron ayer también la composición de la Asamblea de Londres, un miniparlamento de 25 escaños cuya función es sobre todo controlar la gestión del alcalde.
Batalla en la capital
Ken Livingston. El enfant terrible de los laboristas ha sido el único alcalde de Londres desde que en 2000 se recuperó el cargo. Primero como independiente y luego con el apoyo del partido que gobierna en el Reino Unido.
A los 62 años, Ken el Rojo es más pragmático que izquierdista.
Boris Johnson. Uno de los diputados conservadores más conocidos tras años de apariciones en programas de televisión y de dirigir la revista The Spectator. Tiene 43 años y es una apuesta personal del líder tory, David Cameron.
Brian Paddick. El candidato liberal-demócrata acaba de cumplir 50 años. Fue jefe de la policía hasta el año pasado y alcanzó gran notoriedad por sus planteamientos liberales.
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