Móstoles ya tiene un museo de arte contemporáneo

Lo que verán los Reyes el viernes, cuando vayan a inaugurar el nuevo Centro de Arte Dos de Mayo de la Comunidad en Móstoles, es un edificio de cinco plantas de color gris que podría pasar por uno de oficinas de 1.800 metros cuadrados, encajonado entre dos bloques de viviendas. La casa labriega que hubo allí en el siglo XIX ha sido engullida por el edificio gris, aunque sus contornos pueden apreciarse en el interior, blanco y luminoso, y también parte de su fachada. Lo contaba ayer Esteban Parro (PP), el alcalde del municipio de 212.300 vecinos, el segundo en número de habitantes después de Madrid. "El centro sitúa la ciudad en el mapa cultural y artístico del mundo", decía el regidor.

De arriba abajo: un pequeño ático con gradas de madera para "posibles conciertos"; una tercera planta para el colectivo Discoteca Flaming Star, que ayer era un caos de textos, sonidos e imágenes; las dos plantas siguientes con una exposición del Levantamiento; el bajo para sala de congresos y restaurante; y los sótanos para almacenar las 1.300 obras de los fondos de la Comunidad. "Habrá muestras rotativas cada cuatro meses", explicaba Carlos Urroz, comisario de la exposición.

El director del centro lo elegirá un comité de expertos (Rafael Doctor, director del Musac de León; Lourdes Fernández, directora de Arco; y José Guirao, director de La Casa Encendida, entre otros), según la Comunidad. El Instituto de Arte Contemporáneo (IAC), una asociación profesional independiente de artistas y profesionales que, entre otras cosas, vela por las buenas prácticas institucionales en el campo del arte, había protestado, según un portavoz, para reivindicar que fuese así elegido, tras conocer que la presidenta Esperanza Aguirre quería designar a dedo el responsable. La directora del IAC es Rosina Gómez-Baeza, actual responsable de la Laboral, en Gijón y ex directora de Arco. Entre sus asociados figuran la comisaria María del Corral y la galerista Oliva Arauna.