A la vejez, informática

Maria Magdalena Espinosa, de 67 años, hace seis que empezó a participar en el programa Informática y comunicación al alcance, impulsado por la Fundación La Caixa, que ya ha conseguido acercar a más de 100.000 abuelos a las nuevas tecnologías. "Empecé a usar la informática por necesidad, porque antes era profesora y a la hora de poner las notas siempre tenía que pedir ayuda", explica Magdalena. La historia de Teresa Guspinera, de 81 años, es similar: "Hace cinco años que sé de ordenadores, hago altas y bajas, actas, organizo excursiones y me meto en Internet, aunque lo que más me costó al principio fue manejar el ratón, se me iba para todos los lados", confiesa, entre risas.

Las historias se repiten con los más de 10.000 abuelos, procedentes de centros de toda Cataluña, que asistieron ayer al multitudinario acto de reconocimiento a la gente mayor. Al homenaje, que se celebró en el Palau Sant Jordi, asistieron también 133 alcaldes, entre ellos, Jordi Hereu, además de Jordi Ausàs, consejero de Gobernación, y la infanta Cristina.

En el momento de jubilarse, María Soria, de 79 años, no tenía ni idea de ordenadores, pero gracias al curso de informática ahora es voluntaria en las aulas hospitalarias de Vall d'Hebron, donde ayuda, juega y enseña a los niños en hospitalización de larga duración. "Es una labor interesantísima. Aunque sea vieja, sé que aún puedo hacer cosas por los otros, puedo ser útil y esto me hace tener más ganas de vivir", explica María. Leonor Bagès fue una de las grandes estrellas. A sus 102 años, recibió uno de los diplomas, de entre los muchos que se otorgaron por el reconocimiento al trabajo de las personas mayores con inmigrantes, discapacitados, niños hospitalizados y trabajo en el ámbito de la ciencia y la cultura.

Durante el acto, el doctor Eduard Estivill presentó un nuevo programa de la fundación, Hábitos del sueño, con el objetivo de orientar a la gente mayor en el tema del sueño para contribuir a una mejor calidad del descanso. Más de 2.000 personas mayores pudieron participar en una encuesta interactiva para conocer sus costumbres a la hora de dormir, algo que el mismo Estivill calificó como "un experimento único en España".

El acto estuvo amenizado por el grupo Comediants, que desarrolló un gran espectáculo interactivo.