Losada promete que no realojará a ningún chabolista en Novo Mesoiro
Los contratos de trabajo a gitanos en Galicia se triplicaron desde 2001
El alcalde de A Coruña, el socialista Javier Losada, logró ayer desactivar las movilizaciones de los vecinos de Novo Mesoiro al prometer que no se realojará en ese barrio a ninguna familia gitana procedente del poblado chabolista de Penamoa, a punto de ser demolido por las obras de la Tercera Ronda de la ciudad. Losada recibió a una representación vecinal, a la que pidió tiempo para que la comisión de integración creada por el ayuntamiento desarrolle sus trabajos y encuentre lugares para realojar a los gitanos por toda la ciudad.
Tras una reunión de más de tres horas con el alcalde y las concejalas de Urbanismo y Servicios Sociales, las también socialistas Mar Barcón y Silvia Longueira, los vecinos anunciaron que dan "un voto de confianza" al alcalde y, en consecuencia, abandonarán por ahora las movilizaciones. "Nos han dado su palabra de que el gobierno municipal no va a realizar ninguna reubicación, ni realojo ni recolocación de chabolistas en Novo Mesoiro ni se utilizarán las viviendas de protección pública para ninguna recolocación", señaló el portavoz de los vecinos, Carlos Puentes.
Losada también reveló en la reunión que una de las familias gitanas que había logrado un piso de protección en Novo Mesoiro ha renunciado a él y otra todavía no ha presentado la documentación para acceder a la vivienda que le corresponde.
Mientras, en Pontevedra, en el conflictivo barrio de Monte Porreiro, se ofreció ayer la cara y no la cruz de su modelo de convivencia al acoger la presentación de resultados del programa laboral Acceder, realizado con la colaboración de la Fundación Secretariado Gitano, que persigue facilitar el acceso al mercado de trabajo de colectivos excluidos, entre ellos la población gitana. El centro cultural donde tres meses atrás los vecinos trazaban su estrategia de acoso contra las familias procedentes del poblado de O Vao, unía en un ambiente distendido a directivos de la asociación O Mirador con decenas de mujeres, sobre todo, y niños de esa etnia para celebrar el Día Internacional del Gitano.
En Pontevedra, donde residen unos 650 gitanos, es la ciudad de Galicia en la que más calés trabajan por cuenta ajena; de ellos, uno de cada dos buscan un empleo de estas características. A pesar de que los hombres superan en número a las mujeres (123 frente a 99), ellas les aventajan cualitativamente, en parte, porque acceden a la formación en mayor medida que los varones.
Éstas son algunas de las conclusiones de un informe elaborado por Secretariado Gitano desde el año 2000, cuando el programa se puso en marcha con la colaboración del Fondo Social Europeo, la Xunta y otras instituciones gallegas. De las 1.191 personas atendidas, el 70% de ellas gitanas y casi la mitad menores de 30 años, más de 1.000 consiguieron un empleo. Las cifras cantan al echar la vista atrás: en 2001 sólo un 7,5% de la población calé gallega trabajaba por cuenta ajena, un valor que se ha triplicado gracias a este programa que ha facilitado el acceso a un empleo a la mitad de las personas gitanas en edad de trabajar. De hecho, para un 57% de los contratados se trata del primero. De ellos destacan sus ansias de formación, ya que del total de personas que decidieron participar de las actividades formativas, más del 86% eran de etnia gitana.
Secretariado Gitano concluye que "en conjunto" el comportamiento de los cuatro dispositivos de Galicia para este programa se muestran bastante homogéneos. Santiago encabeza la atención a población gitana, con un 80%, Vigo registra el mayor número de personas formadas y Pontevedra acredita las mayores cifras en el ámbito de la contratación. De los 1.083 trabajos conseguidos en el programa Acceder, más del 68% corresponden a los calés. Casi la mitad son por obra y servicio, seguidos de los motivados por circunstancias de producción. Los indefinidos suponen un 3% del total. Son las empresas pequeñas, con menos de 50 trabajadores, las que muestran un mayor volumen de contratación. El grueso de estos conciertos se concentran en el sector servicios, con un 73,6% del total.
La contratación a tiempo parcial es mayoritariamente femenina y, a pesar de que hasta los 30 años el varón supera con holgura a la mujer en el número de contratos, a partir de los 35 los porcentajes se equiparan.
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