El pop que surgió del frío

Suecia es la tercera potencia exportadora de grupos del mundo, por detrás de Estados Unidos y el Reino Unido. Como lo oye. Ha colado goles musicales como Abba en los setenta, The Creeps o The Wannadies en los ochenta, The Cardigans en los noventa y el silbido -y politono- de Peter, Björn & John hace un par de años. Por si fuera poco, el país vive uno de los momentos de efervescencia pop más impresionantes que se recuerdan. Y las señales sonoras llegadas del gélido frío sueco empiezan a trascender en España.

Que esa riquísima escena sea un secreto a voces entre los aficionados españoles se debe en mucha parte a Fikasound, promotora, discográfica y asociación cultural Fikasound, centrada en las bondades sonoras escandinavas.

Todo empezó durante un Erasmus, el que pasó Cristina Villaverde en Suecia en 2004. "Cada noche tocaban grupos pop en escenarios impensables como una cafetería", recuerda Cristina en el salón de la casa-oficina de Fikasound, en el barrio de Hortaleza (Madrid). Allí conoció a esos artistas locales a los que ahora traen.

Con los otros tres miembros de Fikasound: la hermana mayor de Cristina, Patricia, de 31 años; Rober Berlanga, de 33, y Mónica Gutiérrez, de 25, ha convertido una simple web sobre el tema en promotora de conciertos. La razón: el cantautor folk sueco José González saltó a la fama gracias a un anuncio de Sony. "Entonces nos dijimos: ¡podríamos haberle traído a tocar!".

A Fikasound -de fika, tentempié en sueco, y sound, sonido- lo ayudó, como es habitual en estos casos, Internet. Así fue como las bandas que les enviaban e-mails para agradecer el trabajo de divulgación, empezaron a pedirles apoyo para tocar en España.

Les sobraban contactos y ganas. Aunque no la estructura. "Faltan ayudas", se lamenta Rober. Algo que no sucede en Suecia, donde los niños nacen con una guitarra bajo el brazo. "El Estado ayuda a pagar el alquiler de los locales de ensayo", asegura desde el norte Johan Angergard, responsable del sello sueco Labrador. "Esto es muy deficitario", confiesa Rober, que se dedica en un 100% a Fikasound. "Hemos invertido unos tres millones de pesetas y todavía no hemos visto beneficios". El rendimiento impresiona: 20 giras, millones de flyers, carteles y notas de prensa; un puñado de festivales organizados y dos álbumes editados. Souvenir desde Ümea, con grupos como Ebon Tale o Suburban Kids with Biblical Names y el primer disco de los estadounidenses Richter.

Entre sus descubrimientos destacan joyas como la pianista Frida Hyvönen y la intensa emotividad de Jeniferever. "Habría que diferenciar entre grupos como Club 8, Irene o Radio Dept., en el catálogo de Labrador, un sello con muchos fans en España, y otras bandas desconocidas que nos hemos arriesgado a traer", explican.

Su labor, algo amateur y cultureta, ha recibido el apoyo de las embajadas sueca, danesa y francesa. "La de Suecia pagó los billetes de los cinco grupos que trajimos al festival Swedish Rock Days en 2006", recuerda Patricia.