_
_
_
_
Crónica:CARTA DEL CORRESPONSAL
Crónica
Texto informativo con interpretación

Alitalia, culebrón sin final

La compañía de bandera italiana no tiene novio. Todos huyen de ella como de la peste. Pierde un millón de euros al día, le quedan 170 millones en caja, tiene 17.000 empleados, una flota y una estructura entre anticuada y obsoleta, y unos sindicatos prepotentes y desunidos con una decena de siglas en sus filas. El último consejero delegado de la compañía, Maurizio Prato, dejó una frase histórica minutos antes de dimitir, hace un mes, cuando las centrales decidieron no aceptar la oferta vinculante de Air France-KLM: "Esta empresa está maldita y sólo un hechicero puede salvarla".

El mago que debía rescatar a Alitalia es, por supuesto, Silvio Berlusconi. Pero, de momento, Alitalia se ha convertido en la primera crisis seria del tercer Gobierno del líder del Pueblo de la Libertad, antes incluso de tomar posesión.

"Esta empresa está maldita", dijo el consejero delegado antes de irse
El tercer Gobierno de Berlusconi hace frente a su primera crisis
Air France se ha cansado de remar y ha dicho "ciao', Alitalia"

Durante la campaña electoral, Berlusconi despreció olímpicamente la oferta de Air France-KLM con argumentos electoralistas: era "impresentablemente" baja (aunque la Bolsa no la valoraba mucho más), no garantizaba la italianidad y acababa con el hub de Milán-Malpensa (que, por otro lado, ha sido abandonado ya por Alitalia por razones obvias: no hay viajeros suficientes). A cambio, se sacó de la manga un improbable grupo de heroicos empresarios italianos que acudirían al rescate nacionalista de la bella ofendida. La promesa se ha revelado, de momento, poco más que una fantasía sobrenatural.

Ahora que Air France se ha cansado de remar y ha dicho "ciao, Alitalia", Berlusconi y los sindicatos se han topado de frente con la cruda realidad: entre los dos, han tirado por la borda la única oferta viable. La mejor prueba es que ambos se han acusado mutuamente de la retirada franco-holandesa. Así que el ninguneado Gobierno saliente de Romano Prodi ha concedido, bajo presión de Berlusconi, un crédito puente de 300 millones de euros que servirá para evitar la quiebra inminente y ganar algo de tiempo.

La Comisión Europea deberá analizar a fondo el asunto, tras la denuncia de Ryanair, que considera el préstamo una ayuda estatal ilegal. De momento, Durão Barroso y Berlusconi se han inventado un trueque italofrancés de comisarios, muy conveniente para las dos partes: Roma cede la cartera de Justicia Libertad y Seguridad a París, mantiene la vicepresidencia de la Comisión y pasa a encargarse de la de Transportes. Pero el rescate será todo menos fácil. Mientras Bruno Ermolli, el superasesor de Berlusconi, busca inversores debajo de las piedras, el jefe de Gobierno in péctore ha pedido a su amigo Vladímir Putin que ponga a Aeroflot a negociar una improbable oferta, y ha advertido de que harán falta despidos dolorosos. Quizá ambas cosas animen al capital nacional a sacar la cartera y el orgullo. Pirelli ya ha dicho sí; el constructor Ligresti, también. Una vez garantizados los neumáticos y la especulación, ahora queda todo lo demás. Pero la dama tricolor ya no puede esperar mucho. -

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_