Malestar en el PP por los avales de Rajoy
El aparato del partido ha empezado a recoger firmas para la candidatura del líder
Pese a las dudas que genera en una parte del PP la continuidad de Mariano Rajoy después de dos derrotas, nadie se atreve de momento a sacar la cabeza para presentar una candidatura alternativa. Y en pocas semanas puede que sea ya imposible. La dirección nacional ha enviado a todas las provinciales un formulario para empezar a recoger avales para Mariano Rajoy, único candidato hasta ahora.
El mensaje llegó a las sedes provinciales el pasado lunes, cuando aún no se habían elegido los compromisarios. Y algunos gerentes provinciales -los cargos del aparato directamente controlados por la sede central- han empezado la recogida de avales entre compromisarios.
Varios compromisarios que ya han firmado, y otros que aún no lo han hecho, entre ellos diputados y dirigentes regionales, expresaron ayer a EL PAÍS su malestar por esta inusual fórmula de presión. "Al menos, podían haber esperado un poquito para guardar las formas", sentencia un dirigente.
Negarse a firmar implica enfrentarse a la dirección. La técnica está muy lejos del sistema habitual. En el PP, lo normal es recoger los avales durante el congreso, para el que aún quedan dos meses. Se evita así, precisamente, la presión del aparato.
En el PSOE, por ejemplo, sólo se pueden recoger avales con un documento que expide la mesa del congreso; es decir, una vez que están acreditados todos los compromisarios y se ha abierto el plazo de candidaturas. Es lo que sucedió en 2000, cuando hubo cuatro candidaturas, señalan fuentes socialistas. Y era lo habitual en el PP, aunque nunca, desde 1987, ha habido más de una candidatura.
Disuadir a rivales
La recogida de avales tiene mucha importancia en el sistema electoral regulado en los estatutos del PP. Cuando un compromisario avala a un candidato, ya no puede hacerlo con otro. Si Rajoy logra en pocos días, gracias al trabajo del aparato que controla, más de 2.400 avales, habrá eliminado cualquier posibilidad de candidatura alternativa.
Para presentarla son necesarios 600 avales (un 20% de los 3.000 compromisarios). Si finalmente hubiera una segunda candidatura -parece difícil, pero nadie lo descarta del todo porque dos meses en un periodo precongresual es mucho tiempo- no podría contar con ninguno de los avales que en estos días ha obtenido Rajoy. Como mucho, podrían anular su aval, pero nunca firmar por una candidatura alternativa.
El PP, que en Cataluña se enfrenta a tres candidaturas, también se rompe en Baleares. Carlos Delgado, alcalde de Calvià, que se dice liberal y cuyas tesis aplauden los sectores más derechistas y antinacionalistas de Mallorca, anunció que se enfrentará en el congreso regional del día 5 de julio a la actual presidenta, Rosa Estarás, que apoya a Rajoy. "No me presento por afán de protagonismo", indicó Delgado, "sino por cumplir con los principios ideológicos que debe cumplir el PP en Baleares".
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