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Reportaje:DISEÑO

El futuro en cuatro sillas

Repaso a la feria de Milán en cuatro objetos que marcarán época

Anatxu Zabalbeascoa

Hay diseñadores que sacan una silla cada cuatro años y diseñadores que sacan cuatro sillas al año. No es que la escasez asegure la calidad, pero, seguramente, la paciencia la ayuda a triunfar. El alemán Konstantin Grcic es uno de esos diseñadores que se prodiga poco, una rara avis en el mundo del diseño. Se formó como carpintero. Y no le interesó el diseño hasta que él mismo supo construir sus objetos. Entonces, cuando ya tenía una mirada propia, empezó a mirar. Tal vez por eso, con 42 años tiene ya dos piezas, la silla One (Magis) y la lámpara Mayday (Flos), en los libros de historia del diseño industrial.

- Proporciones míticas. Se entenderá que la aparición de este año de su silla Myto se viviera con expectación. No es la primera vez que se firma una silla de exteriores apilable y flexible. A la manera de la Panton o la Chesca, la nueva Myto sigue la línea de las butacas que parecen retar a la lógica soportando un peso trasero con un pie delantero. Pero para realizar este asiento, Grcic se ha asociado con una empresa de productos químicos, la alemana Basf, que ha ideado un material plástico, Ultradur High Speed, que se solidifica a gran velocidad para obtener la trama de agujeros que el diseñador precisaba para lograr la flexibilidad y la ergonomía que quería en su silla.

Como la butaca 'Panton', el asiento 'Myto' es de esos que retan a la lógica
Lo nuevo de los Campana invita a pensar que la época 'povera' toca a su fin

La novedad es esa alianza a tres: diseñador, la fábrica Plank y la empresa Basf. ¿El resultado? Un producto 100% reciclable. Con el sello Grcic. Si los diseñadores conocieran los materiales a su alcance viviríamos una nueva revolución industrial. Y tras él nuestras casas.

- Hermanos y brasileños. Igual que hay escritores que en cada novela dan vueltas y vueltas a la misma historia, también hay diseñadores que en cada silla dejan aflorar sus obsesiones. Pueden resultar monótonos o coherentes, depende de la lente desde la que se les juzgue. La butaca Aguapé, que los brasileños Fernando y Humberto Campana presentaron en el stand de Edra, acumula de nuevo materiales. Esta vez no son ni fustas ni muñecas ni pedacitos de tela ni hilos de colores. Esta vez son pétalos de piel que, inclinan a pensar que la época povera está tocando a su fin.

- Volver, volver, volver. Cada año, algunos productores, como Giulio Cappellini -que en esta feria presentaba gran variedad de diseños propios- tratan, incansablemente, de reinventar la pólvora. En medio de sus propuestas siempre hay una que acapara la atención de los visitantes fundamentalmente por dos motivos: porque enseña algo impensable y porque la firma un desconocido. Es, seguramente, parte del encanto de este gurú del diseño, un descubridor de talentos que sabe cómo mantener la fidelidad de su público. Este año, la silla Stitch conseguía plegar el aluminio de su estructura hasta dejarlo en dos dimensiones. Su autor, el australiano Adam Goodrum, tiene por delante un año de fama internacional.

- Prolífica Urquiola. Como Philippe Starck, que cada abril invade el stand de Kartell con un montón de sillas de colores, Patricia Urquiola es una de las diseñadoras más prolíficas de toda la feria. Desde que aterrizó, tardíamente, en la primera página del diseño internacional, esta inagotable asturiana no ha perdido comba. Cada año lleva sus novedades a empresas tan opuestas como Moroso o DePadova. En esta firma legendaria presentaba la valiente, y gigante, mesa Mantis y, en la otra cara de la moneda, la silla Lavenham, una indagación más sobre los tejidos acolchados para tapizar asientos.

La silla <i>Myto,</i> de Grcic, es de un material plástico, Ultradur High Speed, que se solidifica a una velocidad muy rápida para obtener la trama de agujeros y lograr la flexibilidad y ergonomía precisas.
La silla Myto, de Grcic, es de un material plástico, Ultradur High Speed, que se solidifica a una velocidad muy rápida para obtener la trama de agujeros y lograr la flexibilidad y ergonomía precisas.

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