El puerto de Vigo, bloqueado por la huelga del transporte de mercancías

La huelga del transporte de mercancías de la provincia de Pontevedra, que secunda la práctica totalidad de los 6.000 trabajadores del sector, paralizó ayer progresivamente la entrada y salida de mercancías del puerto de Vigo, aunque algunos convoyes pudieron circular con protección policial, con una presencia muy ostensible en los puntos de tráfico especialmente sensibles. Los piquetes también consintieron "de modo excepcional" la salida de dos convoyes de frigoríficos con el pescado de la lonja.

La huelga, ayer centrada en Vigo como núcleo principal, continuará durante las jornadas de hoy y mañana, recrudecida en el entorno vigués y extendida con más firmeza a otros puntos de la provincia, según los sindicatos. Podría convertirse en indefinida a partir del 5 de mayo.

Las negociaciones del convenio colectivo del sector vienen realizándose desde el 26 de marzo. Los tres sindicatos mayoritarios (CC OO, UGT y CIG) plantean una plataforma común. El jueves de la semana pasada, en una sesión presidida por el delegado de Trabajo, Pedro Borrajo, la parte empresarial fue emplazada a presentar el sábado siguiente una respuesta a esa plataforma revindicativa. Como esta contrapropuesta empresarial no se produjo, comenzó la huelga a primeras horas de la madrugada de ayer.

La parte social tampoco consiguió a mediodía de ayer ninguna contrapropuesta empresarial en la sesión negociadora celebrada en el edificio de la Xunta en Vigo con la mediación de Borrajo. La patronal considera "precipitada" la convocatoria de la huelga y ayer anunció que sus empresas "no consideran conveniente hacer propuesta alguna de negociación, máxime después de las amenazas de recrudecimiento del conflicto recibidas hoy" [por ayer]. Ha convocado a las tres centrales sindicales a una reunión de la mesa negociadora, en el marco habitual de su funcionamiento, para el jueves, primer día después de la huelga.

El interés de los sindicatos se centró ayer en paralizar Vigo. Pese a la presencia policial, los piquetes actuaron, sobre todo, en los accesos al puerto (Isaac Peral, O Berbés, Bouzas) y al parque tecnológico industrial de Valladares, y su presión afectó de modo "moderado" a los flujos de mercancías portuarias y de la factoría de PSA Peugeot Citroën.

En la factoría automovilística se perdieron entre dos y tres horas de producción entre el turno de la noche y el de la mañana, lo que se traduce en que unos 200 coches dejaron de fabricarse y, según fuentes sindicales, "que la huelga estaba teniendo éxito". Entre la planta automovilística y la terminal de Bouzas circularon con protección policial convoyes de siete u ocho camiones cada tres horas, hasta un total de 60 o 70 camiones, cuando lo habitual son de 600 a 700 diarios.

En el puerto la situación fue similar. Empezó funcionando con normalidad el puesto de inspección fronteriza, por donde pasa todo el tráfico de contenedores, hasta última hora de la mañana, en que dejó de funcionar al bloquear los piquetes los accesos al mismo. La lonja funcionó con normalidad. Los piquetes permitieron la entrada de camiones con pescado para la subasta y, a última hora de la mañana, la salida de dos convoyes de frigoríficos para los que ya se había dispuesto protección policial.

Los incidentes, en cualquier caso, fueron aislados. Sólo algún camión de los que trataron de entrar al puerto recibió el impacto de una piedra y dos o tres acabaron con las ruedas pinchadas. "Hoy hemos mantenido una cierta tolerancia, pero, visto que no hay la menor voluntad de la patronal en negociar, mañana [por hoy] los piquetes serán más contundentes".