"Para ganar las autonómicas no basta con un buen candidato"
El alcalde de San Sebastián durante 17 años, Odón Elorza, es el político socialista con mayor proyección institucional en el País Vasco. Su figura, como la de los otros alcaldes del PSE, es un referente clave del partido a la hora de proyectar la imagen de alternativa al nacionalismo.
Pregunta. Otra sede socialista atacada. ¿Percibe en los suyos el peso de la amenaza y el miedo?
Respuesta. Los ataques de ETA y la presión del abertzalismo radical han fortalecido al socialismo vasco, que ha ido afianzando convicciones y también perdiendo complejos. Seguirán produciéndose ataques contra las sedes y, quizás, contra las personas, pero en nuestra militancia no caben pasos atrás.
P. Se han adelantado ya a presentar a Patxi López como candidato a lehendakari. ¿Tan convencidos están de ser alternativa de Gobierno en Euskadi?
"Los ataques de ETA han fortalecido al PSE y han afianzado sus convicciones"
"Estoy en retaguardia. El tiempo para mí de hacer alta política ya ha pasado"
"No se debe valorar por encima de la capacidad personal la lealtad al partido"
"Sería bueno que el PSE hiciera guiños a EB y Aralar cara al gobierno futuro"
R. Los resultados del 9-M permiten deducir que el PSE podría ser la fuerza más votada en las autonómicas. Además, el partido goza de una cohesión interna que no había tenido en democracia, lo cual le facilita designar ya un candidato que vaya pensando en ese nuevo ciclo político con audacia y con tranquilidad. Porque no está sometido a una confrontación interna, como está pasando en el PNV, EA o EB.
P. ¿Hubo el 9-M trasvase de votos del PNV a los socialistas?
R. Ha habido un trasvase desde sectores que no son esencialmente nacionalistas y no tienen un voto fijo, sino en función de la coyuntura, la credibilidad y las personas. Se ha comprobado que, excepto afiliados vinculados a una ideología, el resto de la ciudadanía tiene una tendencia, progresista o nacionalista, que en un momento determinado, puede cambiar.
P. Usted es el tipo de candidato que arrastra más votos que la sigla del partido. ¿Va a jugar un papel más destacado en el seno del PSE del que ha tenido hasta ahora?
R. Soy consciente de que el liderazgo del partido está en buenas manos y que, por distintas circunstancias, me corresponde estar en una posición muy de retaguardia. Me conformo con ello. El tiempo de hacer alta política ha pasado para mí.
P. Ahora que Miguel Buen tiene que dejar la dirección de Guipúzcoa, ¿no es momento para abrir el partido a personas con peso institucional como usted?
R. Yo soy un socialista un poco atípico, casi un caso único en Europa, porque desde hace años no estoy en la estructura organizativa del partido. No tengo ningún cargo, ni siquiera de vocal del comité del PSE de mi barrio.
P. ¿Y a qué se debe eso?
R. A que trabajo a gusto por mi ciudad. También a que uno va madurando y se hace más exigente con la política y los políticos. Me gusta la gestión y digamos que he perdido un poco la presencia en los órganos directivos de mi partido.
P. Pero nunca se ha privado de expresar sus opiniones.
R. He tenido la libertad de hacerlo y seguiré haciéndolo. También me lo permiten porque nunca he movido la silla a nadie dentro del PSE y no he levantado el dedo para postularme. No tengo mayores ambiciones en el mundo de la política, que, para mí, ha ido perdiendo valores en la medida en que la he ido conociendo. Estoy muy a gusto donde estoy, mientras pueda.
P. Dice que la política pierde valores. Suena a desengaño.
R. Según la vas conociendo desde dentro, la política tiene componentes de ambición personal, envidias y, a veces, lados oscuros. Determinadas actuaciones deshonestas que se han producido aquí recientemente hacen que pierdas el interés por la política de los partidos, aunque no de la política general.
P. El factor Zapatero ha pesado decisivamente en los resultados del PSE. ¿No necesitan compensarlo con más líderes del socialismo vasco?
R. Para ganar las autonómicas no basta con un buen candidato como Patxi López. Tiene que tener detrás un equipo con carisma, prestigio, credibilidad y experiencia. De ganar las elecciones, el PSE debería incorporar a personas cualificadas de valía que no tienen porqué tener el carné del PSE.
P. ¿Se refiere al caso de la ministra Cristina Garmendia?
R. Es un ejemplo válido que debería tener continuidad en un futuro Gobierno vasco. No es admisible que el máximo responsable de EITB, el señor Ortuzar, deje ese cargo para ser el máximo responsable del PNV de Vizcaya. El PNV designa para dirigir empresas públicas siempre a personas con carné. Esos sectarismos, esa politización de los organismos de la sociedad civil, me escandaliza.
P. Pero seguro que no ha pensado siempre así.
R. Con la madurez constatas que para gestionar instituciones no se puede valorar, por encima de la capacidad de las personas, su lealtad al partido, y en eso el PNV se ha pasado de rosca.
P. El PSE también tiene esa tendencia y esa práctica.
R. En el partido socialista tampoco lo entiendo. Por eso Patxi López aseguró que va a abanderar no sólo el cambio de un ciclo político, sino un cambio en las actitudes y maneras de hacer política y sociedad; un cambio en el que lo civil tenga más peso que el componente político sectario de la militancia de un partido.
P. De ganar el PSE las autonómicas, ¿volverían a gobernar con el PNV?
R. No es una opción deseable.Hay que abrir las ventanas y buscar fórmulas diferentes. Ya sé que tiene sus complicaciones, pero hay que intentar acuerdos con EB y otras fuerzas.
P. ¿Como ha hecho usted con EB y Aralar?
R. Ya sé que a nivel de Euskadi podría tener contradicciones, pero cosas más raras se han visto.
P. Pues no le dan los números.
R. Está por ver si dan realmente. Ese es el gran reto. No lo veo con el PP, sería frentista. Tampoco veo, por higiene política, la fórmula PSE-PNV. Sería bueno que el PSE hiciera guiños a esas dos fuerzas, EB y Aralar. Si no, es dejárselo fácil al PNV en el futuro.
P. Se trata de los dos partidos que se han negado a la moción de censura a ANV en Mondragón.
R. Son partidos que tienen sus procesos asamblearios. Pero también dentro del PNV el 90% de Guipúzcoa está con Egibar, que ha mostrado su disconformidad con la decisión del EBB de Urkullu. Contradicciones las hay en todos los sitios.
P. Ha hecho las paces con la Diputación, con la que tenía unas relaciones fatales.
R. La relación con el nuevo equipo es cordial. Somos conscientes de la necesidad de no crispar más y trabajar juntos después del anterior diputado general, González de Txabarri, que fue nefasto para San Sebastián.
P. ¿Y con el Gobierno vasco?
R. Hay una cierta obcecación del Gobierno con esta ciudad porque no gobiernan y les cuesta aceptarlo. El trato a la capital en estos años admite muchas críticas. Me quejo de que cuando se ha conseguido algo ha sido a costa de mucha insistencia y una gran tenacidad.
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