Alcalde y promotores formalizan el arranque del auditorio de Vigo
El proyecto básico adaptado al nuevo presupuesto no estará listo hasta junio
El proyecto básico no estará listo hasta junio y el constructivo hasta un par de meses después, pero los promotores del auditorio de Vigo decidieron dar ayer el banderazo de salida a las obras, que comienzan por su parte "invisible", esto es, las catas del terreno y otros discretos preparativos, según señaló el alcalde, Abel Caballero. Tampoco, hasta que esté prácticamente acabado, se podrá precisar la duración de la concesión que disfrutará la UTE promotora. Lo único que se asegura cerrado es el presupuesto de la obra, que vuelve al coste inicial de 85,7 millones de euros que fijaba el concurso de adjudicación.
"Nunca es tarde si la dicha es buena", comenzó diciendo el arquitecto César Portela. El año pasado presentó un proyecto constructivo con un presupuesto de 154,5 millones. El ajetreado proceso que ha seguido el proyecto desde hace casi una década ha servido, dijo ayer, para su maduración.
Tanto el arquitecto como los promotores -Fernando Rodríguez por Sacyr y José Luis Pego por Caixanova- y el alcalde se felicitaron, sobre todo, porque la obra echaba a andar, "aunque sea al ralentí", dijo Rodríguez. Las dificultades pasadas hacen que la satisfacción sea mayor, añadió el delegado de la empresa que más capital aporta a la UTE y que, como tal, ha impuesto sus condiciones a los dos socios minoritarios, Caixanova y Puentes y Calzadas, que hace unos meses se mostraban dispuestas a asumir un presupuesto de 95 millones. Lo vetó Sacyr, a la que la crisis en el sector de la construcción no da para mayores alegrías en Vigo.
"Por fin se cruza hoy el umbral de los estudios a las realizaciones", afirmó el director general de Caixanova, José Luis Pego. Los estudios han dado una solución reduccionista a las realizaciones: de los 90.000 metros iniciales a construir, se pasa a 47.000; de los 45 metros de altura del edificio, a 38; de 17.000 metros de zona comercial, a 10.000; de un hotel de 180 habitaciones, a otro de 120; de 850 plazas de aparcamiento en tres sótanos, a 325 plazas en un solo sótano...
Todos esos cambios no traicionan "el espíritu" del proyecto original, según ha enfatizado y reiteró ayer el alcalde. "No fue fácil, ha habido serias dificultades que solventar", añadió Caballero, que agradeció al arquitecto su "calidad, capacidad y disposición para armonizar sus exigencias de calidad por las posibilidades de realización". También tuvo palabras de agradecimiento para José Luis Pego y un "especial reconocimiento" para el puerto de Vigo por la donación de los terrenos, valorados en unos 70 millones de euros.
Caballero aludió al proceso seguido por el proyecto como un "culebrón" que, no obstante, comienza ahora a materializar "un nuevo Vigo" en el entorno que centraliza y que incluye en lo inmediato, así se apruebe el plan general, la construcción de un túnel y la peatonalización de Beiramar y, sucesivamente, la construcción de un polígono residencial en los solares que ahora ocupan las empresas pesqueras y -Caballero lo recordó ayer con especial énfasis- el centro de negocios que él proyectó como presidente del puerto.
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