Un respiro que suena a dudas

Los mercados de valores se tomaron ayer un respiro en su escalada alcista de los últimos días o, lo que es lo mismo, los inversores han reconsiderado si no han ido demasiado lejos en sus valoraciones sobre el alcance y duración de la crisis.

El Ibex 35 cedió el 0,51%, para cerrar por debajo de los 13.600 puntos y dejar la duda de si el anterior rebote de las cotizaciones ha concluido, lo que vuelve a poner de actualidad el planteamiento de "escenarios diversos" que contemplan muchos analistas.

Una de las razones para que los inversores optaran por posturas más prudentes estuvo en la reiteración por parte del BCE de sus advertencias sobre las incertidumbres que planean sobre la economía y, algo nuevo, sobre la posibilidad de que su duración sea mayor, lo que lleva a esta institución a insistir en el necesario control de los precios. Los indicadores económicos publicados en Estados Unidos también enfriaron los ánimos de muchos inversores, ya que el índice de actividad industrial de la Reserva Federal de Filadelfia cayó en abril desde 7,5 puntos negativos a 24,9 puntos, también negativos. Los índices de tendencia, o adelantados, crecieron menos de lo esperado, lo que parece apuntar a una velocidad de salida de la crisis menor de la estimada un par de días atrás.

En los mercados de renta fija se está produciendo una espectacular subida de las rentabilidades, cuya interpretación no obtiene el consenso deseado. Hay quien apunta al final de las bajadas de los tipos de interés y hay quien prefiere pensar que se está produciendo un trasvase de fondos hacia la renta variable, al parecer con más posibilidades a medio plazo. La mayor subida se produce en el bono estadounidense a 10 años, que pasa del 3,48% de rentabilidad al cierre de la semana anterior al 3,75% que ofrecía ayer a media sesión.

En el mercado continuo no se han notado cambios en ese sentido, aunque la contratación subió ayer a 6.026,03 millones de euros, gracias a las operaciones "de bloques".