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9.000 niños se quedan sin comunión este año en Alicante

La diócesis aplica de golpe el aumento de un curso en el ciclo de catequesis

Entre 8.000 y 9.000 niños de Alicante no tomarán esta primavera la primera comunión al no haber completado la catequesis, ampliada de dos a tres años. Las celebraciones se reducirán a un centenar de parroquias y colegios religiosos que sí han terminado el ciclo. La caída en picado de estas celebraciones generará una pérdida de unos 20 millones de euros en la restauración. Hasta la fecha, los empresarios han detectado una merma entre el 15% y 20% del número de banquetes contratados. Los padres también cuestionan el retraso porque los niños serán "muy mayores" para ese acto de marcado carácter infantil.

Sólo un centenar de parroquías aplicó progresivamente el cambio de modelo
Con la modificación la edad de los niños para comulgar pasa de 9 a diez años

La Iglesia, mediante un decreto de septiembre de 2004, amplió de dos a tres el período de catequesis. La ampliación de un año de catequesis surgió a raíz de una encuesta entre el colectivo de catequistas (unos 4.500 en el caso de la provincia de Alicante). Las conclusiones del cuestionario revelaron que los niños tenían dificultades de comprensión oral y de lectura.

La Conferencia Episcopal dejó en manos de cada diócesis la aplicación de la iniciativa, aunque recomendó que se hiciera de manera progresiva. Sin embargo, en el caso de la diócesis de Orihuela-Alicante, apenas un centenar de parroquias y colegios religiosos implantó de esta forma el nuevo sistema, según reconoce el director del secretariado diocesano de catecismo, Aurelio Fernández. Ello explica que este año el número de celebraciones sea insignificante.

La gran mayoría, entre 8.000 y 9.000 niños, según cálculos del director del secretariado diocesano de catecismo, se han visto abocados a cursar un año más de formación antes de recibir la comunión, que tendrán que retrasar un año.

Un portavoz de la Conferencia Episcopal ha asegurado que el ente desconocía el problema generado con las comuniones en Alicante debido a la parcial aplicación del nuevo modelo de catequesis. "Se dejó en manos de cada diócesis su aplicación", señaló ese portavoz.

El máximo responsable de la Iglesia alicantina en esta área esgrime que el objetivo no es otro que "adaptarse al nuevo sistema educativo y a la mentalidad del niño". Con esta modificación de la catequesis, la media de edad de los menores que toman la primera comunión es de entre nueve y diez años, en pleno curso de cuarto de Primaria.La iniciativa de la jerarquía eclesiástica de elevar de dos a tres años el ciclo de catequesis implica un aumento de la edad media de los niños que toman la comunión, entre 9 y 10 años, en pleno curso de cuarto de Primaria. El cambio tampoco convence a los padres. "En el caso de las niñas, son casi mujeres prácticamente", apunta Carmen Abadía, madre de una de los miles de niños afectados por la nueva norma. "Alguna es que no quieren ni vestirse, porque se ven disfrazadas", apunta otra.

Aparte de las criticas de los padres, el retraso en un año en la comunión para estos nuevos 9.000 niños en Alicante también ha acarreado las criticas y el malestar de los sectores directamente relacionados con estas celebraciones. Sólo para el sector de la restauración supone una merma en el negocio de uno 20 millones de euros. A esta cantidad habría que añadir los ingresos que pierden los comercios especializados en vestuarios y complementos y los profesionales (principalmente fotógrafos) a los que recurren las familias para la ocasión.

La medida diocesana no sólo ha tenido efectos en el ámbito estrictamente religioso sino que ha caído como un jarro de agua fría entre hosteleros, tiendas de trajes de comunión y de complementos, estudios fotográficos, y entre el pequeño comercio de ropa y de regalos. Este año, todos pierden, de un plumazo, una abultada clientela. Según datos de la Unión de Consumidores de la Comunidad Valenciana, una familia desembolsa una media de unos 3.000 euros en la celebración de la comunión.

Sin embargo, el director del secretariado diocesano resta importancia al impacto económico de la caída de las comuniones este primavera: "Los niños no comulgarán este año pero lo harán el que viene", asevera. Un razonamiento que no comparte la patronal hostelera, para quien la medida diocesana ha llegado en el peor momento posible. "La crisis también nos afecta, hay menos clientes y se han tenido que estrechar los precios de los menús", apuntilla el presidente de la patronal. "Si a ello, le añades el pinchazo de los banquetes de comuniones pues todo suma, y en este caso de manera negativa. Puede que algunos restaurantes se vean afectados gravemente", subraya Izquierdo. De la misma opinión es Manuel Ruiz, relaciones públicas de uno de los establecimientos ilicitanos con más solera en la celebración de este tipo de eventos. "La medida no nos ha sentado bien, teniendo en cuenta que, además, ya hemos sufrido una bajada sensible en el número de comensales habituales en los banquetes por la recesión económica", arguye.

A tenor de los datos facilitados por esta patronal, este periódico estima que las pérdidas serán de, al menos, unos 20 millones de euros solo en este sector de la restauración. Este cálculo aritmético se obtiene de multiplicar el número de niños que potencialmente debían hacer la comunión este año por la media de comensales en este tipo de banquetes y que, según el sector, oscila entre los 25 y el centenar de invitados; y el precio medio del menú, entorno a los 50 euros. Según la patronal, por estas mismas fechas del año pasado, las contrataciones de banquetes representaban entre un 15% y un 20% más. "Y eso que todavía no hemos llegado a la temporada propiamente dicha", apostilla. Por tanto, las expectativas del sector son todavía peores para afrontar la temporada alta de estas celebraciones.

Carmen Abadía, además de madre afectada, es propietaria de una tienda de trajes de comunión en Elche. Cuenta que lo que han vendido este año es tres veces menos a lo habitual. Ángel Hurtado, fotógrafo, pone cara a otro de los sectores afectados: los estudios fotográficos, encargados de las fotos, álbumes... Y así una larga lista de comercios damnificados por imperativo religioso.

Una fiesta de primera comunión en Alicante
Una fiesta de primera comunión en AlicantePEPE OLIVARES

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