El CSN busca radiactividad fuera de la central de Ascó

Técnicos del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) comenzaron ayer una nueva búsqueda de partículas radiactivas, esta vez ya fuera del complejo nuclear de Ascó. Su campo de acción alcanzará un radio de 1,5 kilómetros de la planta alcanzando ya al pueblo. El primer núcleo urbano de Ascó está, de hecho, a solo a unos centenares de metros de la planta. El CSN no divulgó silencio sobre los lugares donde realiza el rastreo aunque sus equipos suspendieron ayer el rastreo por culpa de la lluvia, que inutiliza los medidores.

El CSN confía en que la dirección del viento dominante en la zona haya transportado las partículas contaminadas fugadas en dirección contraria al pueblo. Juan Carlos Lentijo, director de Protección Radiológica del CSN, dijo ayer en la Cadena Ser que difícilmente los técnicos detectarán partícula alguna por su baja radiactividad hasta el punto que acercan su medidores a poco más de un palmo del suelo para detectarlas.

La preocupación se ha extendido entre los trabajadores de la planta, que desde ayer ya utilizan voluntariamente un detector radiactivo en la zona de doble vallado del complejo para averiguar si en las suelas de sus zapatos han podido transportar al exterior partículas contaminadas. El detector se instaló tras la decisión tomada por la reunión extraordinaria del comité de salud laboral.

Mientras, los alumnos del colegio Maristes de Girona que visitaron Ascó durante la fuga se someterán la próxima semana a un chequeo radiactivo en un camión de la empresa Tecnaton, contratado por Ascó y que se desplazará a Girona. El colegio y los padres tomaron ese acuerdo en una tensa reunión. Los padres exigen que las pruebas las haga un organismo "independiente y avalado por el CSN" como garantía de "rigor y neutralidad" al tiempo que acusan al colegio de no adoptar una postura clara contra la central. Entre los acuerdos tomados figura redactar un documento dirigido a la Administración como base de una posible demanda.