"Prefiero el contacto piel a piel"

Manuel Lucas (Orcera, Jaén, 1949), aunque desde su casa en Almería realiza las gestiones en el banco y compra las entradas del cine, prefiere tocar las cosas. "Si quiero comprar algo, prefiero palparlo antes". El presidente de la Asociación Española de Intervención en Sexología (www.seisex.com), maneja cuatro ordenadores y una PDA, pero para escribir prefiere el Tablet PC.

Pregunta. ¿Cómo se llevan el sexo y la tecnología?

Respuesta. No se llevan mal. Hay personas que no se sienten capacitadas para hacer un cortejo real y, sin embargo, sí que lo hacen a través de las nuevas tecnologías. La gente se conoce de forma más relajada y los tiempos se gestionan mejor.

P. ¿El cortejo por Internet lo utilizan mucho los tímidos?

R. No sólo los tímidos; también personas que tienen complejos por estética o que no se sienten muy deseables.

P. ¿Ha participado en chats por Internet para relacionarse?

R. Hace un tiempo participé activamente durante 15 días en chats y foros, pero me aburrió porque no me aportaba nada. Soy una persona a la que le gusta más el contacto piel a piel, mirar a los ojos, la expresión corporal. En la vida virtual todo eso queda muy empobrecido porque hay una amputación clara de los campos sensoriales.

P. Pero se comunica a través del ordenador...

R. No utilizo Messenger ni chats, pero sí el correo, hago webs y publico en mi blog.

P. ¿Su mayor disgusto con la tecnología?

R. En una asociación de sexología algunos socios emplearon el foro de Internet de forma ineducada y nos dieron muchos disgustos a muchas personas. Entonces me di cuenta de que los foros también tienen sus peligros.

P. ¿Qué es lo último que ha comprado de tecnología?

R. Un móvil HTC Touch Cruise que permite su manejo con un dedo y lleva GPS.

P. ¿Habilidoso con el móvil?

R. Nunca compro un aparato al que no le saque todo el rendimiento.

P. ¿Qué aparato prefiere?

R. Me he enamorado de los Tablet PC. Como me gusta escribir en todos los sitios es muy cómodo porque el Tablet se maneja como si fuera un cuaderno y, si le coges el punto a la escritura manuscrita, pasa a máquina el texto sin ningún problema.