Piqué: "Nos metimos en un lío difícil de gestionar en Irak"

"Nos metimos en un lío difícilmente gestionable en Irak", aseguró ayer Josep Piqué, que fue cuatro veces ministro en los gobierno de José María Aznar, en una conferencia en el Círculo Ecuestre de Barcelona organizada por el Patronat Catalunya-Món dentro de un ciclo que lleva por título Trobades Internacionals.

Las palabras de Piqué, ministros de Exteriores entre 2000 y 2002, sobre las implicaciones españolas en la guerra de Irak suponen las primeras críticas abiertas y públicas del ex presidente del Partido Popular en Cataluña sobre la política internacional de Aznar y en especial respecto a la cumbre de las Azores de marzo de 2003, en la que el entonces presidente del Gobierno participó junto con el presidente de EEUU, George W. Bush, y el premier británico, Tony Blair, para decidir la invasión de Irak. Piqué dejó en julio la primera línea del PP catalán y renunció a toda actividad en la escena política para dedicarse a la empresa privada.

La conferencia de Piqué llevaba por título Geoestrategia en las relaciones internacionales y en ella analizó el cambio de rumbo en la política mundial partiendo del atentado contra las Torres Gemelas, ocurrido el 11 de septiembre del 2001. El ex ministro de Aznar aseguró que se ha producido un importante cambio en la escena mundial por la aparición de nuevos factores, entre los que destacó la amenaza del terrorismo internacional, el desplazamiento del centro de gravedad al Pacífico y al Índico, la aparición de una crisis económica global y pluriforme, y la eclosión de grandes flujos migratorios.

Piqué aseguró que estos elementos configuran una perspectiva política pesimista y añadió que el siglo XXI estará lleno de "acontecimientos políticos", lo que pondrá en evidencia que "la historia aún no se ha acabado" y que se acercan años "interesantes y muy convulsos".

Piqué hizo, además, una profunda reflexión sobre la crisis económica y afirmó que ésta forma parte de las crisis cíclicas que se abaten sobre la sociedad. Añadió que la actual crisis será muy dura porque lleva aparejada una crisis de confianza en el sistema finaciero.