Voces pequeñas, grandes pactos

Los diputados tienen deberes de legislatura. No basta con aprobar leyes: todos se han comprometido a buscar amplios consensos en asuntos de fondo (y hay para elegir). PSOE y PP suman el 92% de los escaños: representan a la inmensa mayoría de la ciudadanía. Así que su acuerdo es, en principio, el único imprescindible para que el consenso pueda llamarse tal. Pero los grupos minoritarios serán espectadores de excepción (y decisivos en algunos frentes) de este anunciado esfuerzo por tender puentes.

EL PAÍS ha pedido a los portavoces de esos nueve partidos pequeños -CiU, PNV, ERC, BNG, CC, IU, ICV, Nafarroa Bai y UPD- su apuesta sobre seis posibles debates. ¿Dónde estarán los puntos calientes? ¿Qué consenso ven imposible? ¿Creen que los grandes les tomarán en cuenta? Éste es su pronóstico.

ACUERDO CONTRA ETA El boxeador sonado

El primer interrogante es si PSOE y PP recuperarán la confianza mutua; el segundo, si ampliarán el pacto antiterrorista al resto de partidos. "Si se prescinde del PNV será un consenso cojo. Debe ser un pacto de todos", sostiene Francisco Jorquera, del BNG. En eso coinciden todos los nacionalistas: "No puede ser cosa de dos", advierte Josep Antoni Duran (CiU); "lo que no vamos a aceptar, que quede claro, es que Zapatero pacte con Rajoy la política antiterrorista y luego nos busque a los demás para aprobar los Presupuestos", avisa Uxue Barkos, de Nafarroa Bai. Josu Erkoreka (PNV) es enigmático: "Intuyo que se avanzará en planteamientos comunes, pero se constatarán discrepancias. Actuemos con discreción".

La nota discordante la pone Rosa Díez (UPD): "No temo que a los pequeños nos excluyan; mi miedo es que no haya acuerdo PSOE-PP. En los asuntos de Estado, lo importante es que se pongan de acuerdo los dos partidos que pueden gobernar, porque eso garantiza que lo acordado tendrá continuidad gobierne quien gobierne", subraya. Gaspar Llamazares (IU) hace su pronóstico: "Ambos, PSOE y PP, actuarán como el boxeador sonado: abrazándose al adversario. A ambos les interesa en este momento el pacto. Los demás corremos el peligro de quedar fuera".

FINANCIACIÓN AUTONÓMICA Otra bronca territorial

Todos coinciden: éste será el gran debate de la primera mitad de legislatura. El cambio del modelo de financiación autonómica, el reparto del dinero. Un debate que, si no se conduce bien, podría derivar en una gran "bronca entre territorios", avisa Díez. "¿Bronca? Desde luego que la habrá. Las trompetas del apocalipsis que escuchamos durante la negociación del Estatut se van a quedar muy cortas. Porque entonces sólo hablábamos de poder político, ahora vamos a empezar a hablar de dinero", avisa el catalán Joan Ridao, de ERC. Y adelanta sus condiciones: "Rechazaremos radicalmente un pacto PSOE-PP en este asunto. La negociación, al menos en lo que se refiere a Cataluña, debe ser bilateral, Estado-Generalitat. Lo manda el Estatut".

Desde Coalición Canaria se ve de forma distinta: "¡Todos tenemos necesidades! No puede ser que el foco se ponga sólo en los que tienen nuevo Estatuto. Las comunidades que hemos crecido en población vamos a pedir más dinero, y otras, alguna gobernada por el PSOE, han perdido población y deben perder dinero. Ahí va a tener Zapatero un problema", dice Ana Oramas.

Y luego hay un actor inesperado que irrumpe en el debate: la crisis económica. "Si yo fuera el Gobierno me daría prisa en arreglar este asunto, o tendremos que afrontarlo en un momento de recorte de ingresos", sentencia Joan Herrera, de ICV-EU.

REFORMA DE LA JUSTICIA La gran olvidada

La cuestión probablemente más urgente a ojos de los ciudadanos: la reforma de la Administración de justicia, "la gran olvidada de la Transición", apunta Jorquera. Duran es "muy pesimista": "La renovación del Consejo del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional hay que hacerla ya, y no veo al PP por la labor. Casi parece más fácil la reforma de la Administración de justicia como servicio público. Pero cuidado, respetando lo recogido en el Estatut", puntualiza. "La situación es escandalosa. Ese es uno de los pactos que hay que lograr, porque afecta a lo básico", señala Oramas.

LEY ELECTORAL Pocas esperanzas

El presidente Zapatero se ha comprometido a impulsar la creación de una subcomisión que debata la reforma de la Ley Electoral, que roba representación, sobre todo, a los partidos pequeños de ámbito nacional (IU y ahora UPD). Ni a PSOE ni a PP les interesa en principio esa reforma, porque a ambos les beneficia. "¡Pero es una cuestión de democracia! Ésta debe ser la legislatura en que se cambie un sistema electoral escandaloso", clama Llamazares. Le frena Erkoreka: la promesa de Zapatero "quedará en agua de borrajas que pasa por el Manzanares".

LEY DEL ABORTO ¿Un brindis al sol?

El PSOE eliminó de su programa la ampliación del derecho al aborto; sustituyó esa antigua apuesta por una invitación a la "reflexión" sobre si es necesario cambiar la ley. "No creo que el Gobierno tenga el más mínimo interés en hacer esa reflexión", dice Duran. Más optimista es Llamazares: "Zapatero no puede dar calabazas a todo un colectivo, el feminista, al que ha hecho protagonista". Ridao tiene sus dudas: "Habrá presión de la Iglesia y de la derecha". Y Herrera considera que "es muy gordo que un partido de izquierdas someta un asunto como ése al consenso con el PP". "¡Es tanto como renunciar a sacarlo adelante!".