Muñoz asume la desmedida plantilla que heredó del GIL en Marbella

No habrá despidos, ni ahorro "a corto plazo" en cuestión de personal en el Ayuntamiento de Marbella (Málaga). La alcaldesa, Ángeles Muñoz (PP) asumió ayer los casi 3.500 trabajadores heredados de los Gobiernos del GIL e insistió en el nuevo plan de ordenación de recursos humanos no esconde la cacareada regulación de empleo que tanto anuncian los sindicatos.

El Consistorio marbellí gasta el 70% de su presupuesto en su abultada plantilla, cuando lo habitual es que se destine en torno a un 40%. En Málaga, con cuatro veces más población censada que Marbella, hay 3.000 empleados municipales, 500 menos.

La alcaldesa, preocupada por la tranquilidad de los trabajadores, insistió en que el Ayuntamiento necesitaba una reestructuración después del caos organizativo que caracterizó al GIL y citó las quejas del Tribunal de Cuentas.

No quiso ahondar en el ahorro económico de la supresión de los pluses arbitrarios o el ajuste de las remuneraciones de cada puesto de trabajo derivado del recién catálogo de puestos de trabajo. "Nadie, absolutamente nadie de este Ayuntamiento empeorará con respecto a sus condiciones laborales, ni un solo trabajador tendrá reducción en cuanto a prestaciones o salario", garantizó.

Más bien apuntó una subida en el gasto "a corto plazo", ya que el capítulo de personal contemplarán aspectos inéditos hasta ahora como la formación, o la creación de puestos intermedios. "A medio y largo plazo sí que supondrá un gran ahorro", dijo.

Con el documento, que llevarán a pleno a finales de abril, el equipo de gobierno quiere que el Ayuntamiento se convierta en la "unidad matriz" de contratación y restar importancia al papel de las sociedades municipales, organismos que el GIL utilizaba para hacer contrataciones indiscriminadas. De hecho, 450 empleados de estas empresas que realizan tareas administrativas pasarán a ser personal laboral indefinido del Ayuntamiento hasta que se convoquen sus plazas. También está previsto crear 100 plazas de cargos intermedios, a los que podrán optar de forma interina los empleados municipales.

Carlos Rubio, coordinador de Hacienda y Personal, incidió en que se trata de un "proceso de consolidación y estabilización de puestos de trabajo" y añadió que los "pluses millonarios" de la etapa del GIL se acabarán. "En este Ayuntamiento se ha pagado como productividad conceptos que no lo eran, cuando se termine el proceso de valoración cada puesto de trabajo tendrá una remuneración asignada en función de las circunstancias", dijo. El plan contempla una serie de etapas que se prolongarán hasta 2009, fecha en la que se prevé que se convoquen las plazas de promoción interna.

El grupo municipal socialista criticó lo apresurado del anuncio, sin esperar siquiera "seguir los cauces legales para la negociación" del documento. "Lo habitual es que el equipo de gobierno negocie la catalogación con los órganos de representación legítima de los trabajadores, dada su importancia, y no lo haga público sin consensuar con ellos la resolución definitiva", declaró el concejal Daniel Pérez.

Muñoz aseguró que habían acordado el documento con los sindicatos.