China asegura haber frustrado ataques terroristas contra los Juegos
El Gobierno de Pekín pide al COI que se mantenga al margen de la política
En medio de las protestas internacionales que han marcado el recorrido de la antorcha olímpica, el Gobierno chino anunció ayer la detención de "45 terroristas" del Turkestán Oriental y que ha abortado dos complós para llevar a cabo ataques suicidas con bombas y secuestrar a atletas y visitantes extranjeros, incluidos periodistas, con objeto de interrumpir los Juegos Olímpicos. Así lo dijo Wu Heping, portavoz del Ministerio de Seguridad Pública, aunque no aportó pruebas.
Ambas operaciones fueron supuestamente descubiertas en la región autónoma de Xinjiang, que hace frontera con Asia Central y tiene una importante población musulmana: los uigures, de origen turcomano. Las autoridades chinas afirmaron que han desmantelado dos grupos terroristas, orquestados por el Movimiento Islámico del Turkestán Oriental (ETIM, en sus siglas en inglés). El objetivo de los ataques era "crear un incidente internacional", según Wu. "Estamos frente a una amenaza terrorista real", añadió. ETIM, que tiene lazos con Al Qaeda, fue declarada organización terrorista por la ONU en 2002.
El primer supuesto grupo terrorista -liderado por un tal Aji Muhammat-, compró y llevó a cabo pruebas con explosivos. Las autoridades chinas aseguraron que los detenidos han confesado que tenían instrucciones de suicidarse si eran detenidos, y que tenían órdenes de estar preparados para iniciar sus actividades por medio de bombas y veneno en Pekín y Shanghai a partir de mayo.
El segundo grupo, desmantelado en Urumqi (capital de Xinjiang), preveía "secuestrar periodistas extranjeros, turistas y atletas". La policía dijo haber encontrado explosivos, detonadores y propaganda sobre la Yihad.
Muchos uigures sienten un gran resentimiento contra Pekín, porque consideran que el Gobierno central ha reprimido su cultura y religión, inundado la zona con chinos de la etnia han (mayoritaria en el país) y esquilmado los recursos petrolíferos y gasísticos de la región sin beneficio para los locales.
Expertos y organizaciones internacionales de defensa de los derechos de los uigures se muestran escépticos por este y otros anuncios similares. Creen que las autoridades chinas están inflando las supuestas amenazas de los independentistas musulmanes para justificar un incremento del control sobre la disidencia antes de los Juegos. Además, consideran que Pekín utiliza su apoyo a la llamada guerra contra el terror estadounidense para reprimir a los uigures.
En enero de 2007, las fuerzas de seguridad chinas mataron en Zinjiang a 18 personas, descritas como terroristas, en una operación contra un supuesto campo de entrenamiento. En marzo, las autoridades dijeron que habían abortado un intento de causar un desastre aéreo en un avión que volaba entre Urumqi y Pekín.
Mientras tanto, el Gobierno pidió a Jacques Rogge, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), que se mantenga al margen de la política, después de que éste dijera que los Juegos Olímpicos estaban en "crisis" -debido a las protestas durante el recorrido de la llama olímpica- e instara a China a respetar el compromiso de mejorar la situación de los derechos humanos, adquirido en 2001 cuando logró la competición. Jiang Yu, la portavoz de Exteriores, dijo que la visión de Rogge de que existía una crisis era exagerada y dejó claro que Pekín no entrará a discutir su evolución en derechos humanos.
Entre la represión y la independencia
- La historia de Tíbet está vinculada a su religión, una rama del budismo. Muchos la culpan de su pobreza feudal y de la decadencia de un reino que hace 1.000 años contaba con 12 millones de habitantes (hoy casi seis).
- El interés chino por Tíbet data del siglo VIII. Su relación siempre fue complicada. El Ejército de Mao invadió el territorio en 1950 para acabar con la autoproclamada independencia de 1911.
- La revuelta tibetana de 1959 encabezada por el entonces XIII Dalai Lama (un dios-rey) en favor de la independencia acabó con miles de muertos y el exilio del líder espiritual y 100.000 de sus seguidores.
- os cambios políticos en Pekín con Deng Xiaoping produjeron una autonomía vigilada para Tíbet. Se restauraron decenas de monasterios. La nueva Constitución garantiza la libertad religiosa. El templo sagrado de Jokang, en Lhasa, vuelve a ser el corazón de Tíbet y de su religión.
- Pekín responde a toda protesta con un recorte de las libertades. El actual Dalai Lama denuncia el apartheid chino. La UE y EE UU exigen a Pekín que negocie directamente con el líder espiritual. China le exige la renuncia a la independencia.
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