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La juez que tuvo preso 455 días a un inocente deberá pagarle 103.000 euros

La sentencia subraya la "dejadez" y "descoordinación" en su juzgado de Motril

Javier Martín-Arroyo

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha condenado a la juez Adelina Entrena, anterior titular del Juzgado de lo Penal de Motril (Granada), a la pena de un año de suspensión de empleo o cargo público y a indemnizar con 103.000 euros a José Campoy, que pasó 455 días en prisión pese a ser inocente. En pleno debate sobre los retrasos judiciales, la sentencia destaca la pésima organización del juzgado que dirigía Entrena: "La titular del juzgado no llevaba correctamente el libro de presos, lo que provocaba una descoordinación y riesgo en el Juzgado para que ocurrieran otros casos como el de Campoy, ya que no se establecía más control que el de confiar en el buen hacer de los funcionarios".

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La Sala de lo Civil y Penal del TSJA destaca "su actitud de dejadez" y cómo "la organización de las labores judiciales no estaba siendo adecuada y ello derivó en una consecuencia nefasta". Entrena ha sido condenada como autora de un delito contra la libertad individual, mediando imprudencia grave. El Consejo General del Poder Judicial ya había expulsado a la magistrada de la carrera judicial el pasado noviembre por mantener injustificadamente en prisión a Campoy y otros dos presos durante 30 y 35 días.

La sentencia detalla el cúmulo de despropósitos que provocaron que Campoy pasara 455 días en prisión, si bien 180 le han sido abonados para el cumplimiento de otra ejecutoria. Campoy fue detenido en noviembre de 2005 para que acudiera a un juicio por un tirón (robo con violencia) cometido dos años antes. Mientras, la juez Adelina Entrena se incorporó semanas después tras una baja por depresión, y celebró el juicio oral contra Campoy. La magistrada dictó en enero la sentencia absolutoria, pero nadie notificó a la prisión que el recluso debía ser liberado. "La juez acusada, [actuó] sin cerciorarse ni comprobar cuál era la situación personal, con absoluta desatención de las obligaciones inherentes a su cargo (...) Nada se acordó por la acusada para la inmediata puesta en libertad de José Campoy", denuncia la sentencia. A Campoy, que no sabe leer y es politoxicómano, le fue notificada la sentencia pero éste no reclamó su libertad.

Tanto el abogado de oficio, como el fiscal y la secretaria judicial no se percataron de que Campoy seguía en prisión, hasta que 15 meses después un funcionario de prisiones se dio cuenta del grave error. El tribunal les exime de responsabilidad, que deposita en Entrena.

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Durante el juicio en su contra, la juez echó balones fuera y culpó a los funcionarios de la desorganización imperante en el juzgado. Pero el tribunal lo rechaza: "Era la acusada la única responsable de haber incurrido en dicho error. La acusada disponía de los conocimientos suficientes y tenía a su alcance los medios necesarios para haber prevenido la ignorancia alegada". El tribunal señala que Campoy sufre "graves e importantes secuelas" derivadas en parte por la "incomprensión, impotencia y desesperanza" de verse privado de libertad. La defensa de la juez anunció ayer que recurrirá el fallo ante el Tribunal Supremo.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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