Un buen gancho para inversores
El boom de las redes sociales en España está teniendo un respaldo financiero que no tuvieron iniciativas de Internet hace 10 años. Varios factores se han juntado para esta alegría inversora: dinero que arriesgar; la creencia, por fin, de que detrás de Internet hay un plan de negocio serio, y una población cada vez más conectada a la Red.
Mientras que en España las inversiones en empresas Web 2.0 parece que continuarán, en Estados Unidos están tocando techo. Aparte de la compra de Bebo por parte de AOL (850 millones de dólares) o la inyección de 50 millones en Slide, el ritmo es inferior al de 2007. El pasado año el capital riesgo aportó a empresas Web 2.0 de Estados Unidos 1.340 millones de dólares, el 88% más de lo que invirtió en las mismas empresas un año antes. Sin embargo, parece que en ese país, vanguardia de la inversión en starts up, el pico de inversiones ya ha alcanzado su máximo. El pasado año hubo 178 acuerdos, sólo el 25% más que en el anterior, cuando en otros años se duplicaban. En Silicon Valley los acuerdos cayeron de 74 a 69.
Algunos encuentran un paralelismo con la era de las puntocom. Además, no está claro que el éxito popular de estas páginas se traduzca también en un éxito publicitario. Google está viendo que las previsiones de ingresos por publicidad en esas páginas, principalmente Myspace y Facebook, no se están cumpliendo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.