Un polaco en Figueruelas
Esta semana ha tomado posesión de su cargo el nuevo máximo responsable de General Motors en España, un país que conoce por sus vacaciones mediterráneas. La misma semana en la que comienza la negociación del convenio colectivo en la fábrica de Figueruelas, por lo que va a tener que demostrar rápidamente la fama de dialogante que le precede.
Viene, además, de otro centro productivo importante de la multinacional norteamericana en Europa: la fábrica polaca de Gliwice, que ha sido precisamente la mayor competidora de las instalaciones de Figueruelas a la hora del reparto de nuevos modelos.
Durante los últimos seis años ha dirigido la filial polaca de General Motors, a la que se incorporó en 1994 como director de personal. Anteriormente había trabajado también en el sector automovilístico en Varsovia con la compañía FSO. Profesionalmente se ha especializado en la implementación de nuevos programas fabriles y nuevos modelos del segmento pequeño.
Romek, denominación con la que se le conoce familiarmente, ha trabajado también en Alemania y en Estados Unidos y conoce España por sus vacaciones mediterráneas, en las que ha podido disfrutar de su afición a la navegación.
Su predecesor, Antonio Pérez Bayona, prejubilado voluntariamente, se va a quedar algunos meses para asesorarle y tratar de suavizar un aterrizaje que los sindicatos ya han calificado de poco oportuno.
Los representantes de los trabajadores le esperan sentados en la mesa de negociación de un convenio sobre el que ya han manifestado su rechazo al plan de externalizaciones de la producción que la multinacional norteamericana trata de implantar en toda Europa.
Pero llega también en un momento dulce en cuanto a la productividad de Figueruelas ya que se están produciendo tres modelos simultáneamente -Corsa, Combo y Meriva- y se está trabajando al 100% de la capacidad de la planta, lo que supondrá repetir una producción de medio millón de automóviles a final de año, con permiso de algunos mercados que de momento se muestran algo renuentes.
Le precede también una importante fama de afable que no le impide, sin embargo, tratar de ir al grano en sus planteamientos y evitar los rodeos para alcanzar sus objetivos de la manera más directa posible.
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