El nuevo Ibiza da un vuelco a la eficiencia de Seat
La productividad mejora en un 30% gracias a la plantilla
La industria del automóvil es una de las más competitivas del mundo, por no decir la que más. Sólo en Europa se fabrican más de 500 modelos distintos. Los márgenes son estrechísimos y lograr asomar la cabeza por encima del rebaño cuesta lo suyo. Para ser más competitivo no hay otro camino que recortar los costes y producir de manera más eficaz y eficiente. En Seat creen haber dado con la fórmula.
El año pasado fue el turno de los costes: en proveedores, stocks y plantilla (se despidió a 1.600 trabajadores, un 10% de la nómina), lo que ha permitido a Seat recuperar la senda de la rentabilidad un año antes de lo previsto (cerró 2007 con un beneficio operativo de 44 millones). Ahora tocan las mejoras en los procesos de producción. El nuevo Ibiza, que el fabricante lanzará a finales de mayo, es el primer botón de muestra de la cultura que el nuevo presidente, Erich Schmitt, quiere implantar en toda la compañía: calidad Audi con costes inferiores. La fábrica de Martorell ha conseguido aumentar un 30% la productividad del nuevo modelo, con relación al anterior, según el vicepresidente de producción de Seat, Wolfram Thomas. El secreto es implicar más a los trabajadores. "Producir con más calidad lleva automáticamente a un aumento de la productividad", sostiene.
Lo primero que ha cambiado es que los procesos de desarrollo del coche y de fabricación son paralelos. Pero la mayor revolución ha sido implicar más a los trabajadores. Durante una semana, los operarios aprenden a montar el coche. "Ellos deciden cuál es la mejor forma de montar las piezas, las distancias de los materiales, de las herramientas...", subraya. Luego pasan por un taller de entrenamiento.
Si el Ibiza actual requiere 26 horas de fabricación, para el nuevo bastan "19 o 20, entre seis y ocho horas menos", dice el presidente del comité de empresa, Matías Carnero (CC OO). Pero la CGT advierte de la presión de la empresa sobre los tiempos. El Ibiza supone el 45% de las ventas de la marca. El objetivo para este año es fabricar 115.000 unidades.
La firma estudia fabricarlo en China, si tiene una buena acogida en ese país. El objetivo es trasladar el cambio en el proceso de producción al resto de modelos. El próximo turno es el de la nueva berlina, cuya fabricación arrancará a finales de año. Sólo así se podrá alcanzar el reto de Schmitt: una rentabilidad del 15%.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.