"En el 23-F hubo una trama civil nunca descubierta"

Es un incómodo balance de la transición política española. Una novela negra que rescata una historia real, y que pretende ser un tributo a aquella generación de jóvenes que luchó por sus ideales. El periodista y escritor Mariano Sánchez Soler (Alicante, 1954) acaba de publicar Para matar (ed. Almuzara).

Pregunta. ¿Qué hace en esta nueva novela?

Respuesta. Escribo, a partir del asesinato de una dirigente estudiantil en 1980, una novela negra sobre esa generación, que tenía 20 años a final de los setenta, que lucharon y se quedaron solos, abandonados por sus hermanos mayores. Quise hacer un homenaje a esa gente, es una novela violenta sobre las tramas negras en el momento previo al golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. Una vez aprobada la Constitución, las tramas negras siguen actuando y quieren romper el sistema y la extrema derecha mata a gente en Madrid.

"El personaje no piensa en matar, no es su objetivo, pero la vida es dura"

P. ¿Por eso hace un balance incómodo de la transición?

R. Eso es lo que lleva implícito la novela. En primera persona cuento cómo la gente joven se encuentra sola luchando por sus ideales. Es la relación de un joven de izquierdas amigo de una estudiante asesinada, (Arantxa en la novela y Yolanda en el mundo real), y basada en mi experiencia personal.

P. ¿Qué pretendían estas tramas? ¿Cuál era su objetivo?

R. Era la violencia. El terrorismo de extrema derecha pretendía que fracasara la democracia. Toda la estructura era de violencia selectiva. En el golpe del 23-F existió una trama civil que nunca fue descubierta. Yo en la novela enmarco la acción en esa organización previa al golpe y es una historia de personajes y desesperación.

P. ¿Una historia real con ficción?

R. A partir de un hecho real hago una novela, sobre el asesinato de Yolanda González. Yo la conocía mucho, era su amigo, ella evolucionó del PSOE hacia un grupo troskista. Era coordinadora en un instituto de Vallecas de las protestas contra las leyes educativas, y quise hacer una novela contando cómo un amigo de ella, al curso siguiente, empieza a investigar para tratar de descubrir qué gente del instituto la delató para que la detuvieran. Quería contar la historia de estos estudiantes y elaborar un relato generacional sobre esa gente que se movilizó contra la derecha pero que la izquierda oficial decidió desactivar. El primer terrorismo fue selectivo para detener el proceso democrático (Matanza de Atocha) y desde que la izquierda aceptó el pacto con la derecha postfranquista para la Constitución el terrorismo fue más desesperante.

P. ¿Y ese sentimiento de orfandad de la izquierda?

R. Pondré un ejemplo. Dos estudiantes murieron en una manifestación contra el estatuto del trabajador organizada por CC OO. El servicio de orden impidió a los estudiantes su participación. Ellos se quedaron fuera y como resultado se enfrentaron con la policía, que cargó contra ellos, y una dotación de la policía nacional fue a matar.

P. ¿Por eso escogió el título de Para matar?

R. No en realidad pensé en aquella canción Demasiado joven para morir, demasiado viejo para el rock and roll, luego quise poner Demasiado joven para matar, y se quedó así porque el personaje no piensa en matar, no es su objetivo, pero la vida es muy dura.