Cafè de l'Acadèmia

El Cafè de l'Acadèmia es de ese tipo de restaurante al que las revistas dedicadas a refinar el gusto de la clase media llamaría un lugar con encanto con un toque bohemio. En plan cantante melódico ganador del Festival Viña del Mar, ese local embelesa, como embelesan sus alrededores. Por su lado circula la calle de los Lledó, enfrente tiene la plaza de Sant Just, punto de peregrinación de trabajadores del cercano Ayuntamiento de Barcelona, de paseantes despistados, de algún que otro borracho que baila desde la noche con la más guapa de las cogorzas y de ilustrados turistas. Seguro que uno de sus clientes fue el ex alcalde Clos, aunque estuviera convencido de que iba al Cafè de Macedònia los días impares y al Truffé de Miscel·lània los pares.

Por la espera, se nota que el restaurante dispone de una clientela habitual y de recién llegados dispuestos a fidelizarse. Un buenísimo presagio de que allí se come más que correctamente. Quien quiera menú de mediodía, no tendrá que beberse una jarra de sal de frutas para facilitar la digestión de la tarde. Y quien quiera uno de los platos que ofrece la carta, encontrará una cocina sin modernos barroquismos, pero curiosa y bien trabada. La lasaña con butifarra de perol y negra con verduritas y tomate confitado es una delicia. La butifarra de perol, una de las excelencias de la cocina catalana, no suele estar muy mimada cuando la destierran de los dominios ampurdaneses, pero en ese rincón de Barcelona encuentra un buen lugar de acogida junto a su hermana la lindísima mulata.

En este local, una de las especialidades es el bacalao. La tortilla abierta con bacalao y puerros es muy sabrosa. Una suerte para el urbanita, aunque también saben cocinar otros excelentísimos cadáveres. Hice una disimulada panorámica y por las risas y el desparpajo se apreciaba que los clientes estaban disfrutando. Mi vecino de barra, un joven de aspecto pulido, gozaba como un niño diseccionando la pintada asada servida con gratén de manzana a las hierbas aromáticas. La cortaba con una precisión envidiable, como el mejor médico forense de Las Vegas. Hijos de la televisión, hijos del rock'n'roll.

- Lo más: crema de calabaza con setas y papada frita.

- Lo menos: es un pelín ruidoso.

- Dirección: Cafè de l'Acadèmia. Calle de los Lledó, 1 (plaza de Sant Just). Teléfono: 93 319 82 53