"El proceso de Bolonia ofrece muchas oportunidades"

Doctor ingeniero industrial y licenciado en Filosofía, Joaquín Luque fue elegido en marzo nuevo rector de la Universidad de Sevilla. Luque obtuvo 205 de los 276 votos emitidos. Luque es catedrático de Tecnología Electrónica y ha ocupado hasta su elección como rector el cargo de vicerrector de Infraestructuras y Nuevas Tecnologías.

Pregunta. ¿Cuáles son los principales problemas de la Universidad de Sevilla?

Respuesta. A mí no me gusta enfocar la realidad de la Universidad basándome en el criterio de los problemas, sino en el de los retos. Creo que el principal reto de la Universidad es la adaptación de sus estudios al Espacio Europeo de Educación Superior [nuevo sistema derivado del proceso de Bolonia que llevará aparejada en 2010 la homologación de las titulaciones universitarias]. Ése es el principal reto con el cual nos vamos a tener que enfrentar en el futuro.

"Los alumnos que me llegan tienen interés y ganas de aprender"

P. ¿Qué carencias materiales destacaría en la Universidad de Sevilla?

R. Insisto en que no me gusta fijarme en las carencias, sino en los retos y en las oportunidades. La Universidad, como toda institución, tiene posibilidades de mejora. Temas como la docencia, la investigación o las infraestructuras son ámbitos en los que queremos mejorar.

P. Ha sido vicerrector de la Universidad de Sevilla, ¿teme que le tachen de continuista?

R. No lo temo. Entiendo que algunos sectores puedan tener esa percepción de mí. He demostrado que el futuro que tenemos que abordar no permite hablar de continuismo, sino que tenemos que reinventar la Universidad en el nuevo marco. La comunidad universitaria lo ha entendido bien. Se puede hablar de un cambio de etapa liderado por gente con experiencia de gestión.

P. ¿Cuál es su postura ante el proceso de Bolonia?

R. El proceso de Bolonia tiene algunos riesgos, como el tema de la mercantilización o el tema de dejar de lado titulaciones minoritarias o con poca demanda. Nosotros vamos a evitar esos riesgos. Defenderé una Universidad pública que tiene que responder a las demandas sociales, pero en la que también deben tener cabida las humanidades y un pensamiento crítico. El proceso de Bolonia ofrece, sobre todo, muchas oportunidades. Es una oportunidad para repensar nuestra oferta académica y las metodologías docentes con las que esta oferta académica se presenta a los estudiantes. Tenemos que hacer un nuevo mapa de titulaciones y una nueva oferta académica. Y tenemos que volver a discernir cuáles son los mejores sistemas de enseñanza, no necesariamente para abandonar metodologías clásicas.

P. ¿Qué opina de los sectores de la Universidad de Sevilla que no apoyan el proceso de Bolonia?

R. Los respeto. Creo que son sectores minoritarios. Ponen el acento en los riesgos cuando es más adecuado ponerlo en las oportunidades. Porque los riesgos son evitables y las oportunidades son indudables.

P. ¿Cómo debe ser la relación de la Universidad con el mundo de la empresa?

R. Creo que debe ser cordial. Debe ser una relación en la que su opinión tiene que ser oída, tenida en cuenta, en la que las empresas puedan indicar cuáles son las competencias que demandarán de los profesionales. Es importante que nos hagan llegar cuáles son sus necesidades. Pero también es verdad que las empresas no deben ir más allá de eso. Una vez oídos los actores sociales -empresas, sindicatos, sociedad civil, instituciones...-, los planes de estudio deben recaer en el mundo académico, en la comunidad universitaria.

P. ¿Cómo ve al alumnado de la Universidad?

R. Como profesor me encuentro muy contento con los estudiantes que me llegan. Tienen muy buen nivel. Me refiero sólo a mis propios estudiantes. Los alumnos que me llegan están motivados, tienen interés y ganas de aprender. Tienen la ilusión y la juventud que les permiten comerse el mundo. Estoy muy contento con mis estudiantes y creo que ellos lo están conmigo.

P. ¿Ha aprendido algo de los alumnos en sus años de docencia?

R. Muchísimo. Las relaciones con los estudiantes son muy enriquecedoras. Aprendes a expresarte, a transmitir, a comunicar... Los estudiantes te transmiten la frescura, la ilusión, la generosidad, el optimismo... Es un privilegio poder rodearse de jóvenes durante tantos años.