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Pasados de vueltas en Jerez

El 11% de los conductores analizados cerca del circuito iba drogado

Pablo Linde

El sábado iba drogado encima de su moto por Jerez y dos días después ya estaba sin permiso de conducir y con una condena por delito vial. La Dirección General de Tráfico (DGT) y la fiscalía han desplegado durante el pasado fin de semana un dispositivo en torno al Gran Premio de España de Motociclismo en la ciudad gaditana para detectar las actividades delictivas en la carretera. Ayer, tras los juicios rápidos, ya había 16 personas condenadas por conducción temeraria o dar positivo por alcohol o drogas, según anunció el fiscal general de Tráfico, Bartolomé Vargas.

Dos días después de las pruebas hay 16 condenados por delitos viales

Los datos de los estupefacientes le parecieron preocupantes: 11 de los 95 conductores examinados dieron positivo, lo que supone un 11,5%. En una experiencia de detección de estas sustancias entre más de 1.500 conductores el año pasado el porcentaje era muy inferior: un 4,2%. "Hay tanto consumo de drogas o más que de alcohol entre los conductores y es necesario buscar medidas para combatir este problema", subrayó Vargas.

Cuatro de estos once conductores drogados -tanto de motos como de coches- ya tienen una condena penal. El resto ha sido castigado con una sanción administrativa. De los otros procesados ayer, siete conducían temerariamente y cinco con cantidades de alcohol superiores a 0,6 miligramos en el alcoholímetro, lo que es delito desde diciembre, cuando entró en vigor la reforma del Código Penal. La mayoría de las condenas se han dictado después de que las defensas de los conductores acusados y la fiscalía llegaran a un acuerdo de conformidad y consisten en multas, retirada del carné de conducir por al menos ocho meses y trabajos en beneficio de la comunidad.

La reforma penal ha contribuido, según Vargas, a que este año "sea el mejor en el gran premio desde el punto de vista de la seguridad". Lamentó las muertes de motoristas, dos según la DGT, pero se felicitó de la rebaja con respecto al año pasado, cuando seis perdieron la vida.

Es la primera ocasión en la que los fiscales están presentes durante las pruebas de alcohol y drogas para agilizar los trámites judiciales. El fiscal general dijo que los moteros agradecen los controles porque "la gran mayoría tiene un comportamiento irreprochable y una minoría pone en peligro a los demás".

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

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