Andorra y Cataluña firman la creación de la Fundación Ramon Llull

Cataluña y Andorra han firmado el acuerdo de creación de la Fundación Ramon Llull, asociada al Instituto Ramon Llull, que permitirá la proyección internacional de la literatura catalana a través del impulso político del principado andorrano. La fundación tendrá sede en Andorra y su funcionamiento anual será sufragado entre el instituto (el 65%) y el Gobierno andorrano (el 35%). Se trata de unir los esfuerzos de los gobiernos catalán, balear y andorrano en la promoción de la lengua catalana y de la cultura de las zonas donde se habla. También para el fomento de su uso, que está en retroceso incluso en Andorra, donde es la lengua oficial.

Andorra se beneficiará de la red de difusión del instituto

Los estatutos de la fundación fueron firmados en la Casa Museo de Areny-Plandolit, en la parroquia de Ordino, en Andorra, por el vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluís Carod Rovira; el consejero de la presidencia del Gobierno balear, Albert Moragues, y el ministro de Cultura andorrano, Juli Minoves.

Como Carod Rovira destacó al finalizar el acto, la firma es fruto de largas negociaciones y del buen entendimiento entre los gobiernos comprometidos. A juicio del vicepresidente catalán, "la firma es la parte visible de una historia de éxito para la lengua catalana". Además, dijo, "parte de un planteamiento ambicioso, ya que se quiere incrementar el número de catalanohablantes en el mundo y la enseñanza del idioma en las universidades". El entendimiento ya se plasmó en la colaboración que hizo posible la presencia de autores andorranos en la Feria de Francfort. El éxito de esta experiencia ha llevado a cerrar las negociaciones en el tiempo establecido inicialmente, extremo que destacó Minoves, quien señaló que este acuerdo histórico es una satisfacción para el principado pirenaico y añadió: "De los cuatro estados europeos donde se habla el catalán, Andorra ofrece un territorio neutral, donde se hará una proyección del catalán y de las industrias culturales vinculadas a esta lengua dejando de lado intereses políticos locales, puesto que es nuestra lengua oficial".

El camino para llegar a la constitución de la Fundación Ramon Llull ha sido largo. Los contactos para establecer un acuerdo se remontan a la época en que Joan Maria Pujals era presidente de la entidad. Las primeras conversaciones se vieron obstaculizadas por dos problemas: los estatutos del instituto no permitían la entrada de un Gobierno extranjero como miembro de pleno derecho del patronato y no quedaba claro de qué manera tenía que contribuir Andorra al presupuesto. Con los cambios sucesivos en el instituto, las conversaciones entre éste y Andorra derivaron hacia la búsqueda de una fórmula que permitiese al principado intervenir sólo en una parte de las actividades de promoción de la lengua y la cultura catalana en el extranjero, con un acuerdo de financiación pactado en cada caso concreto. Al conseguir ERC el Departamento de Cultura, comenzó a ganar peso la idea de que Andorra podía ser una buena plataforma política para impulsar la proyección exterior del Ramon Llull. Con la fundación, el instituto gana un instrumento que le permitirá plantear proyectos internacionales con un alcance político mayor y Andorra se beneficiará de la red de difusión del organismo para dar a conocer las actividades culturales del país.