Tradicionàrius estrena casa
A veces los sueños acaban convirtiéndose en realidad, aunque acarreen un cierto retraso. Esto ha sucedido con los infatigables responsables del festival Tradicionàrius. Tras más de dos años y medio de obras que no parecían tener final, el viernes inaugurarán a bombo y platillo su nueva sede en el mismo edificio del Centre Artesà de Gràcia (CAT) en el que nació la aventura en 1998.
Como cada año desde sus inicios, Els Ministrers de la Vila-Nova serán los encargados de dar, a las diez de la noche, el pistoletazo de salida a la nueva edición del festival con un pasacalles que finalizará a las puertas del reformado CAT. Esa noche los grupos más emblemáticos del festival pasarán por el moderno escenario: primero serán El Pont d'Arcalís y Les Violines, después actuará Jaume Arnella y finalizará la velada con un baile amenizado por Solistes de la Costa.
"No ha sido una reforma, sino que se ha construido todo totalmente nuevo", señala Jordi Fàbregas, alma del CAT. "Ahora tenemos una sala con capacidad para unas 310 personas sentadas pero las sillas pueden moverse para ofrecer bailes. La parte técnica se ha modernizado y hemos ganado una planta de unos 500 metros para ensayos y grabaciones".
Prácticamente todo el 21 Tradicionàrius se celebrará en las nuevas instalaciones. La excepción es la celebración de los 35 años del grupo vasco Oskorri que actuará en el Auditori acompañado por la Banda Municipal de Barcelona dirigida por Rafa Sanz (17 de abril). En el resto del programa, que se alargará hasta el 13 de junio con un total de 61 conciertos, destacan Ara va de bo! (19 de abril), Marcel Casellas (25 de abril), De Calaix (10 de mayo), Al Mayurga (24 de mayo), Música Nostra (30 de mayo) y Quico El Célio (6 de junio).
