Flotando en Tahití
La presentadora de Cuatro Raquel Sánchez Silva, que acaba de publicar la novela Cambio príncipe por lobo feroz, se fue de Chile a la Polinesia con unos amigos.
¿Viaje mochilero?
Teníamos un itinerario, pero nos dimos bastante a la improvisación.
¿Por ejemplo?
Hicimos un pic-nic en Santiago de Chile, aunque era invierno. Sacamos un sofá al jardín y nos tapamos con mantas mientras bebíamos vino peleón.
La mañana siguiente sería terrible...
Boletín
Bueno, fueron siete horas de avión hasta la isla de Pascua.
Pues sí que lo tenían planeado...
Sí, y estar ahí fue increíble. El lugar es verdaderamente espectacular y nos pasamos toda la estancia haciendo el cabra. Todos los paseos son tipo: subir volcán, ir a una cantera, bajar volcán. Como era la época de lluvias, básicamente volvíamos todos los días al albergue arrastrados por los toboganes de barro.
De ahí al relax polinesio.
Aquí, más que improvisar tuvimos suerte. Cuando llegamos a Tahití hubo un problema con la reserva del hotel y nos tuvieron que realojar en...
No me lo diga: bungalós flotantes.
¡Sí! No nos lo podíamos creer, estábamos en un hotel flotante donde te despertaban las tormentas tropicales de madrugada. Luego iba saliendo el sol, todo se ponía naranja, y en ese momento, ¡zas!, al agua. Eso sí que es el paraíso
