"Pudo haberme matado a mí en vez de a esa niña"
La menor de Gijón acosada por Del Valle narra su relación con el acusado
Ana G., la niña gijonesa de 15 años que cuando tenía 13 fue acosada durante cuatro meses por Santiago del Valle, está "angustiada" desde que supo que su acosador es el presunto asesino de Mari Luz. "Entonces no sabía qué podía llegar a hacer ese hombre. Ahora me siento mal, porque podía haber muerto yo en vez de esa niña. O podría haberme matado también a mí. He tenido mucha suerte", ha declarado a los periodistas.
"Me seguía por los pasillos y hasta llegó a esconderse en los baños de mujeres"
La relación entre la adolescente gijonesa y Santiago del Valle arrancó hace dos años, en marzo de 2006. Ana G. vio en la sección Volver a empezar. Amigos del corazón de la revista Telenovela un mensaje firmado por una persona que se identificaba como Cristina del Valle García, de 15 años, quien expresaba su deseo de mantener correspondencia con jóvenes de su edad.
"Decidí mandarle una carta para que pudiéramos ser amigas por correspondencia", asegura la joven. El desconocido y la menor estuvieron carteándose durante dos meses, hasta que un día Ana recibió una misiva del supuesto hermano varón de la ficticia Cristina. En ella, le informaba de que Cristina se había ido a estudiar a Londres y de que a partir de entonces él mantendría el contacto en su lugar.
Santiago se presentó por carta como un joven de 21 años, pero la niña receló porque por la foto que le adjuntó ella le calculó más de 40. Entonces informó a su madre, Nika González, de lo que ocurría. Nika prohibió a su hija que siguiera con la correspondencia.
Santiago del Valle viajó a Gijón en el verano de 2006, en busca de la adolescente. Un día se personó a las ocho de la mañana en el domicilio familiar de la joven, en el barrio de La Calzada. La abuela, Juana, afirma que ella misma y su nieta le expulsaron y le conminaron para que no volviese a molestarles. La abuela sostiene que aquel desagradable encuentro, con "una persona tan mayor reclamando a una niña de 13 años y declarándole su amor", les dejó atónitos.
Del Valle se alojó en un piso del barrio y comenzó a acudir al instituto de la joven. "Aparecía casi todos los días, me esperaba a la entrada y hasta me seguía por los pasillos, el patio y la biblioteca. Llegó a esconderse en los baños de mujeres".
Del Valle se matriculó en los cursos para mayores del centro académico. De las miradas pasó a las proposiciones sexuales. En el instituto aparecieron escritos amenazadores e insultantes para Ana. El jefe de estudios avisó a la familia y Del Valle fue expulsado de los cursos para adultos. No obstante, siguió merodeando por el entorno.
Seguía con frecuencia a la menor hasta el campo de fútbol donde ella solía asistir a los entrenamientos de su equipo favorito. Fue allí donde la madre lo encaró. Él se limitó a "agachar la cabeza e irse sin hablar".
Ana dejó de acudir al instituto y de relacionarse con sus amigas, perdió peso y precisó apoyo psicológico.
Fue entonces (octubre de 2006) cuando su madre y el centro escolar denunciaron los hechos en la Comisaría de Gijón. Del Valle fue detenido el 3 de noviembre, y el juez le impuso una orden de alejamiento a la espera de la celebración del juicio oral. Del Valle huyó.
A principios de este año, la familia de Ana volvió a ver en la revista Telenovela un nuevo anuncio de Del Valle, esta vez con su verdadera identidad. "En cuanto vi los apellidos, avisé a la policía de que estaba en Huelva", sostiene la madre de Ana.
"Me quedé de piedra cuando lo vi en la tele", añade Nika González, "porque aunque lo creía capaz de abusar de niños no pensaba que pudiera llegar a tanto". Y añade: "Si nos hubiesen hecho caso, quizá María Luz estaría ahora viva".
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