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Reportaje:EXTRA | Festival de Málaga

A la búsqueda del talento

El director de casting Luis San Narciso, que recibe el Premio Ricardo Franco, se ha hecho imprescindible en el cine español

Rocío García

A la búsqueda del talentoEl me inventó para el cine". Al productor Elías Querejeta se le nota el orgullo de comprobar que Luis San Narciso recuerde que fue él quien le abrió hace casi diez años la puerta para entrar en el mundo del cine. "Es una garantía de trabajo. Nuestras experiencias anteriores eran de infarto", reconoce Querejeta, que le llamó para que se ocupara del casting de Cuando vuelvas a mi lado, dirigida por Gracia Querejeta. "Luis tiene un conocimiento amplísimo del mundo de la interpretación. Tiene una capacidad indiscutible de ver a la persona adecuada para el personaje", continúa el productor. El descubrimiento de San Narciso le tocó a Querejeta, pero podría haber sido cualquiera. Más temprano que tarde. Estaba en el sendero correcto para convertirse en un hombre clave en el panorama del casting de la cinematografía española. San Narciso recibirá en el Festival de Cine Español de Málaga el Premio Ricardo Franco como el gran descubridor de talentos en el cine y la televisión. En su despacho de la productora televisiva Globomedia -trabajo que compatibiliza con sus exquisitas y calculadas incursiones en la gran pantalla- San Narciso se quita importancia. "No es falsa modestia". Esta frase es la que repite más veces a lo largo de la conversación. Le gusta el anonimato y el trabajo silencioso. "Me pegué un susto tremendo cuando me anunciaron el premio de Málaga. Fue totalmente inesperado. Lo recibo con cariño, respeto y mucho agradecimiento", dice sentado en su mesa y rodeado de cientos y cientos de fotografías de actores y, siempre a mano, los teléfonos de sus representantes y manager.

Son los secundarios quizá quienes más le deben y por eso les cuida de manera tan especial
Ha hecho que el trasvase entre el cine y la televisión se haga de una manera normal y honesta

Tiene 49 años y es tímido y callado. Todo un rompecabezas de emociones. No es de los que van por la calle buscando rostros que descubrir. Su éxito radica en el oficio. "Soy muy académico". La chispa puede saltar en cualquier sitio, pero, repite una y otra vez, siempre a base de mucho trabajo. Estudiante de Ciencias Empresariales y Arte Dramático, ha sido el teatro el que le ha dado el oficio. "Me considero un gran espectador teatral". Y es ahí, en los grandes estrenos y también en las salas más alternativas, donde él va buscando esas sensaciones, esa sorpresa o esa emoción, claves para conseguir el reparto perfecto.

El casting en España, desde siempre una tarea más que precaria, empieza así a profesionalizarse. Y hay un referente claro. Su nombre es Paco Pino, el responsable del reparto de Días contados, el filme que, dirigido por Imanol Uribe, supone, en opinión de muchos, un antes y un después en el panorama del casting en España. Fue el descubrimiento de algunos rostros ya imprescindibles. Fue la primera película de Candela Peña, que hacía de drogadicta en el barrio de Malasaña de Madrid, la aparición de Elvira Mínguez o de Ruth Gabriel. También la apuesta por un Javier Bardem que, a pesar de su corpulencia, bordaba el personaje de un colgado heroinómano, o de un Carmelo Gómez como el frío y calculador terrorista de ETA. Fue todo un riesgo en el reparto y Uribe lo recuerda bien. "Buscábamos gente desconocida y en ese sentido fue un casting totalmente nuevo. Paco Pino fue fundamental en el descubrimiento de gente del teatro independiente", asegura el realizador vasco, para quien una de las claves del éxito de su película fue el tiempo. "Nos pasamos seis meses ensayando con el reparto y en ese sentido el resultado fue espectacular. Fue todo un hallazgo y eso se nota en la película", añade Uribe.

Paco Pino falleció pocos años después -sólo realizó posteriormente el casting de Malena es un nombre de tango (Gerardo Herrero) y Bwana (Imanol Uribe)-, pero dejó una huella que siguió San Narciso. "Ha sido el modelo a seguir. Nunca llegué a trabajar con él pero simpatizaba mucho. Él introdujo la frescura en el reparto. Su trabajo era moderno, limpio, actual. Fue sobre todo innovador, que es mi palabra favorita", dice ahora el discípulo aventajado.

No sólo Uribe habla de la necesaria complicidad con el responsable del casting. También Gracia Querejeta que, desde su película Cuando vuelvas a mi lado, ha realizado todos sus trabajos con San Narciso. "Nuestro encuentro fue de churro, pura casualidad. Por el reparto de la película habían pasado tres directores de casting y lo habían dejado todo. Era un reparto complicado y yo estaba desesperada. Dios me debió de iluminar porque llamé a Alicia Luna, entonces jefa de prensa de la distribuidora Alta Films, y ella me habló de Luis. Fue como un flechazo. Encontré lo que buscaba. Alguien con un gran conocimiento del mundo actoral, en el que un director se encuentra francamente perdido, que me dio seguridad y tranquilidad. Está claro que Luis ha abierto la puerta a un montón de actores desconocidos y ha enriquecido el panorama actual", dice Gracia Querejeta, que ha realizado sus dos siguientes películas (Héctor y Siete mesas de billar francés) con la ayuda de San Narciso.

También Fernando León sabe de las excelencias de tener al lado a alguien como San Narciso, con el que trabajó en Los lunes al sol. "El reparto, su búsqueda, es un momento decisivo en el cine. Los personajes, que hasta ese momento existían sólo en tu cabeza, empiezan a hacerse reales. Es el momento en el que la película empieza a ser lo que será, a adquirir su forma definitiva, a madurar. Empiezas a tomar decisiones que afectarán a su forma definitiva, por eso es importante tener cerca a gente cómplice, con intuición y experiencia, gente que te ayude a tomarlas y que tenga en la cabeza la misma película que tú tienes. Eso me sucedió con Luis", recuerda León de Aranoa. En su opinión, una de las mejores cosas que le puede pasar a un realizador es encontrar un cómplice en el proceso largo y complicado en el que se convierte la realización de una película.

Con el casting León dice descubrir muchas cosas de la escena. Empieza a contemplarla desde otro sitio, a entender qué hay de importante de ella, le ayuda a saber cómo rodarla. El trabajo de casting de Los lunes al sol fue un trabajo compartido. "Me permitió", explica Fernando León, "aprender de la forma de trabajar de Luis, de su manera de acercarse a los actores y de valorar no sólo la escena, también lo que sucede antes y después. No le asusta el riesgo y eso me gusta mucho de él. Fue un compañero de viaje sabio y cómplice".

Además de Fernando León y Gracia Querejeta, San Narciso ha sido clave en el reparto de muchas películas: Mar adentro (Alejandro Amenábar), por la que consiguió que cinco actores -Belén Rueda, Lola Dueñas, Mabel Rivera, Celso Bugallo y Tamar Novas- fueran premiados en 2005 en la ceremonia de los Goya; Alatriste (Agustín Díaz Yanes) o Volver (Pedro Almodóvar). "Yo no he inventado la pólvora. En España hay profesionales estupendos, lo que pasa es que quizá yo he tenido la suerte de encontrarme con directores excelentes que han confiado en mí y, por ello, mi trabajo ha tenido más eco. Más que el talento, mi éxito ha sido mi oficio, respetarlo y amarlo", asegura San Narciso.

No se siente un descubridor de nadie -"sólo me los encuentro, están ahí"-, y en su agenda mágica comparten espacio los grandes nombres ya asentados en la industria junto a los nuevos, jóvenes talentos para darles la primera oportunidad. Tanto para cine como para televisión. Él también ha contribuido a dignificar el trabajo en la pequeña pantalla, que hasta hace unos años provocaba sarpullidos entre algunos intérpretes. Está detrás del éxito de series como Siete vidas, Los Serrano, El internado, Los hombres de Paco y Aída, entre otros, y ha hecho que el trasvase del cine a la televisión o de la televisión al cine y también al teatro se haga de una manera normal y honesta.

Así, convenció a Julia Gutiérrez Caba para trabajar en la serie Los Serrano. "Yo conocí a Luis cuando empezó como actor. Compartimos escenario en una obra de Antonio Gala en la que él hacía un papel sin frase pero imprescindible. Ya entonces supe que era un ser humano muy especial, generoso y afectuoso. Como director de casting, ha aportado el gran conocimiento que tiene de los actores. Me encanta que haya llegado a donde está porque tiene una seriedad y un rigor fuera de toda duda. Cuando me llamó para Los Serrano yo hacía mucho tiempo que no trabajaba en televisión, dudé mucho, pero ahora estoy contenta", asegura esta mujer imprescindible en la escena española.

También Javier Cámara, a quien conoció siendo éste un acomodador de teatro y él un ayudante de dirección, ensalza la recuperación que ha hecho de gente más o menos olvidada. "Ha bebido en las fuentes del teatro y eso se ve en su trayectoria".

Son los intérpretes de reparto los que quizá más le deben a San Narciso y por eso les cuida de manera tan especial. "Un secundario se puede cargar una película con apenas dos frases si no está a tono con el clima de una secuencia. Se trata de que entres en el túnel de la magia. Si hay algo que lo rompe porque está en desacuerdo con ese tono, la has fastidiado".

Duerme mal y apenas descansa, pero parece que sarna con gusto no pica porque le apasiona su oficio. Ahora mismo, prepara la próxima película de Almodóvar, Los abrazos rotos, y la que rodará en Barcelona pronto Alejandro González Iñárritu. "Lo importante es trabajar con gente inteligente". Así se hacen las buenas parejas. -

El director de <i>casting</i> Luis San Narciso, en su despacho de Globomedia, en Madrid.
El director de casting Luis San Narciso, en su despacho de Globomedia, en Madrid.LUIS SEVILLANO

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