El éxito del tecnosex
A mediados de febrero Toshiba, promotor del formato HD DVD, tiró la toalla en la lucha que mantenía con Sony, impulsora de la tecnología Blu-ray, por establecer el formato estándar del DVD de próxima generación. Muchos analistas destacaron el papel que ha tenido en la decisión el cambio de postura de la industria del porno: en principio habían apostado por el formato de Toshiba, pero en enero varias de las principales productoras cambiaron a Blu-ray.
Se repite la historia de la lucha que se libró en los años ochenta por el formato de vídeo casero. Entonces, la disputa entre VHS y Betamax se inclinó por el primero no porque ofreciera mayor calidad, sino porque la mayoría de contenido sexual estaba editado en VHS.
La alta definición es el último anzuelo tecnológico para los consumidores de películas porno. Pero sugen dudas. ¿Estamos preparados para tal grado de detalle en unas imágenes tan anatómicas? El más pequeño defecto de los actores resalta y puede resultar desagradable: granitos, manchas, rasuramientos no apurados... Otra cuestión es que muchos consumidores apuestan por guardar sus películas en discos duros, descargarlas desde la Red o disfrutarlas en streaming, con lo que la necesidad de un aparato reproductor se reduce. La revista Variety prevé que en cinco años la descarga de cine X reduzca la oferta en DVD al 5% de la facturación del sector.
La relación entre tecnología y sexo viene de lejos. Internet lo cambió todo. Las primeras webs caseras ofrecían fotos escaneadas de revistas. En España, por ejemplo, la mítica página Jamón y Vino arrasó combinando una oferta de carne digital con craks de programas y otras herramientas propias de hackers.
Desde entonces, la presencia del sexo en la red de redes se ha multiplicado exponencialmente. Y la oferta también. Webs de pago, gratuitas, videochats eróticos, vídeos caseros, juguetes eróticos accionables por Internet, venta y subastas de objetos fetichistas, contactos e intercambios, ofertas específicas para todas las opciones sexuales imaginables y así hasta el infinito. Y de la Red se ha saltado a otros soportes, el móvil y las videoconsolas portátiles ya cuentan con oferta erótica específica.
Hoy el top ten del sexo en la Red son los contenidos caseros y las páginas que emulan a Youtube pero con contenidos eróticos. El futuro apunta a la realidad virtual. Ya aparecen videos protagonizados por actores y actrices virtuales y algunas musas del universo porno ya tienen ofertas para digitalizarse. Parece que no falta mucho para poder disfrutar de una realidad virtual en alta definición como experiencia multisensorial.
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