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El arte de Cai Guo-Qiang se expondrá en el Guggenheim Bilbao

La retrospectiva, con 80 obras, se mostrará a partir de marzo de 2009

El nombre de Cai Guo-Quiang, conocido en los círculos artísticos por sus dibujos de pólvora, sus montajes pirotécnicos y sus espectaculares instalaciones, multiplicará su difusión internacional a lo largo de este año. La exposición retrospectiva que actualmente presenta el Museo Guggenheim de Nueva York, con más de 80 piezas realizadas a partir de 1985, formará parte el próximo verano de la programación cultural paralela a la celebración de los Juegos Olímpicos de Pekín. Cai Guo-Quiang será, además, el director de los efectos especiales de las ceremonias de apertura y clausura de Pekín 2008, para las que se calcula una audiencia televisiva cercana a los 4.000 millones de espectadores. La exposición, Cai Guo-Quiang: I want to believe, se mostrará en el Guggenheim Bilbao entre marzo y septiembre de 2009.

El artista diseñará parte de las ceremonias de Pekín 2008
Su trabajo fue premiado en la Bienal de Venecia de 1999

Cai Guo-Quiang nació en Quanzhou en 1957 y reside en Nueva York desde hace 13 años. Premiado con el León de oro de la Bienal de Venecia de 1999, fue seis años más tarde el comisario del primer pabellón chino del certamen italiano. Su trabajo con la pólvora, tanto en dibujos como con la pirotecnia, ha evolucionado hacia la creación de instalaciones más complejas, que recuperan la simbología china y establecen un juego dialéctico entre la naturaleza y lo artificial, lo local y lo global y la cultura y la barbarie.

La impactante instalación Inopportune: Stage One (2004), formada por nueve coches colgados del atrio central del museo neoyorquino simulando una explosión, constituye la imagen de la exposición. Pero la muestra, la última organizada por el ex director de la Fundación Guggenheim, Thomas Krens, antes de anunciar su abandono del cargo, muestra la relación de sus dibujos con los trabajos pirotécnicos, y las instalaciones de mayor carga política. En los últimos años Cai Guo-Quiang ha desarrollado proyectos de carácter social, en los que con voluntarios ajenos al mundo del arte trata de crear espacios de debate.

Pólvora en memoria del 11-M

Tres ráfagas de explosiones de carcasas pirotécnicas, lanzadas en apenas un minuto, formaron sobre el antiguo cauce del Turia, en Valencia, un arco efímero un mediodía de mayo de 2005. La pólvora quemada creó un humo negro intenso con el que el autor de la obra, Cai Guo-Qiang, quiso rendir homenaje a las víctimas de la violencia y en concreto a los fallecidos en el 11-M. La fugaz presencia de Arco iris negro en el cielo de Valencia complementó la exposición de su dibujos de pólvora y sus vídeos en el IVAM. El uso de los fuegos artificiales es una de las señas de identidad de Cai Guo-Qiang. "Hay un paralelismo entre el espectáculo pirotécnico y hacer el amor", defiende. "No se puede ensayar. Hay que vivir la experiencia en directo".

Su obra había formado parte en 2000 de la exposición colectiva Resistencias, que lanzó un alegato contra la barbarie y la violencia en la historia reciente en el Koldo Mitxelena de San Sebastián. Entonces no trabajó con la pirotecnia, sino con el vídeo. El artista realizó una metáfora del hongo que resulta tras una explosión atómica a través de una proyección cuádruple.

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