El Colegio de Químicos avala la planta de coque de Petronor

El controvertido proyecto de una planta de coque dentro de la refinería de Petronor en Muskiz recibió ayer el respaldo del Colegio de Químicos del País Vasco. Según su opinión, la instalación proyectada aplica las mejores tecnologías existentes "tanto desde el punto de vista económico como medioambiental".

Petronor intenta desde hace más de tres años la construcción de este planta para eliminar los residuos que genera la petroquímica. A esta inversión, calculada en 750 millones de euros, ha llegado a vincular la viabilidad futura de la refinería de Muskiz. La nueva instalación transforma esos desechos en coque, un producto muy utilizado por las cementeras como combustible y que apenas se produce en España, donde se importa cerca del 80% del consumo.

Dice que no supone una "variación significativa" del impacto ambiental

Los planes de Petronor se han topado con la oposición vecinal, que ha alegado el aumento que se produciría de las emisiones de partículas, CO2 y polvo en suspensión, además de los más de 200 camiones "llenos de coque y azufre" que transitarían a diario.

A este rechazo se ha unido el Ayuntamiento, cuya postura ha variado con el cambio de la alcaldía, al pasar del PNV a EA. Desde entonces, la corporación ha denegado las licencias previas a la planta hasta que la empresa tenga aprobado el estudio de impacto ambiental que tramita el Gobierno.

El Colegio de Químicos opina que la planta de coque no supone "una variación significativa de la incidencia ambiental de las instalaciones existentes". El organismo profesional avala el tratamiento del fuel para convertirlo en coque, un producto de "amplia demanda y más respetuoso" con la naturaleza.

Explica el colegio que se ha sentido "en la obligación" de aportar "datos científicos" al debate suscitado sobre el proyecto de Petronor, al que define como una "iniciativa equilibrada en el marco del desarrollo sostenible". Agrega que la empresa se ha destacado como una de las punteras "en el cumplimiento de los mejores estándares ambientales, lo que se transforma en eficiencia económica".

Para el Colegio de Químicos, esta inversión garantiza "el futuro de una instalación clave para la vida económica y social de la comarca y de toda Vizcaya", por lo que estima que el balance "debe ser positivo desde un punto de vista científico".