Las presas del Zadorra desembalsan agua tras superar el límite fijado
La nieve existente y nuevas precipitaciones aconsejan un desagüe preventivo
Tras el temor a la sequía, el miedo a inundaciones. Los embalses del Zadorra, los principales suministradores de agua en Euskadi al abastecer a la mitad de la población, comenzaron ayer a desembalsar tras superar la llamada curva de garantía. Las instituciones vascas y usuarios acordaron el inicio de los vertidos en la mayor presa (la de Ullibarri), que serán de 20 metros cúbicos por segundo, hasta que se estabilice en la cota de 545,10 metros (la máxima capacidad se eleva hasta los 546,4 metros).
La decisión, adoptada por unanimidad, fue aprobada por la Confederación Hidrográfica del Ebro y se adoptó como medida preventiva ante la persistencia de nieve en la cuenca y los partes meteorológicos, que anuncian de nuevo precipitaciones intensas para la noche de hoy y mañana. El foro que acordó el desembalse -bajo la dirección de la Agencia Vasca del Agua, lo integran el Ayuntamiento de Vitoria, Amvisa (Aguas Municipales de Vitoria), el Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia, Iberdrola y el servicio de Emergencias del Gobierno-, volverá a reunirse hoy. "Según las condiciones climáticas y los caudales, se volverá a analizar la situación", afirmó un portavoz de la Agencia del Agua.
El desembalse de 20 metros cúbicos por segundo es significativo, aunque todavía está lejos de los hasta 30 metros que se han vertido en otras ocasiones y han causado inundaciones en las proximidades de Vitoria. "Es un vertido controlado", aseguró un portavoz de la Confederación Hidrográfica del Norte, que esperaba iniciar el desembalse a últimas horas de la noche. Cuando la reunión terminó -sobre las 18 horas- la cota estaba a sólo dos centímetros del límite fijado. El encuentro escenificó la unanimidad de usuarios y administraciones, que hace dos semanas llegaron a un acuerdo sobre el nivel de los embalses del Zadorra. Mientras, en Guipúzcoa, dos de sus ocho embalses estaban ayer casi al límite de su capacidad, pero la Confederación Hidrográfica del Norte señaló que no había ninguna situación de urgencia. "El deshielo no es muy problemático, porque casi toda la nieve ya ha desaparecido", afirmó un portavoz, quien agregó que las precipitaciones han remitido en las últimas horas "y han bajado un poco los niveles".
Los embalses más llenos eran los que abastecen a menor número de población: el de Barrendiola, que surte a cerca de 25.000 vecinos de la zona de Zumarraga y Legazpi, estaba al 98,8% de su capacidad; y la presa de Lareo, que da servicio a apenas 1.500 vecinos en Ataun, se encontraba al 94,5%. En cambio, el embalse del Añarbe, que abastece a los más de 305.000 habitantes de San Sebastián y su comarca, estaba al 75,5%.
Un nivel de los pantanos consensuado tras 18 años
Las fuertes precipitaciones y el llenado progresivo de los embalses han llegado, al menos, después de que se enterrara un viejo conflicto. El pasado día 13, la eléctrica Iberdrola y las administraciones locales de Bilbao y Vitoria llegaron a un acuerdo sobre los niveles óptimos de los pantanos del Zadorra, que ya no serán fijos sino que variará según el mes. Así, la curva de máximo llenado, que se situaba en 170 hectómetros cubicos, bajará en octubre a los 127, en marzo subirá a 150 y en junio alcanzará los 166 hectómetros cúbicos.
El conflicto se ha mantenido todo este tiempo entre quienes abogan por mantener los embalses de Ullibarri y Urrunaga en niveles máximos: por una parte, el Consorcio de Aguas de Bilbao-Bizkaia, que se abastece de ellos, e Iberdrola, que gestiona y explota las presas para generar energía hidroeléctrica; y por la otra, el Ayuntamiento de Vitoria y las localidades ribereñas del Zadorra, que han defendido que se rebaje la cota de inicio de vertido, debido a los problemas de inundaciones que se producen cuando se debe realizar un desembalse demasiado brusco.
Las partes consensuaron tanto las denominadas curvas de garantía -el volumen de agua embalsada que permite cubrir sus diferentes usos- y las de inicio de vertido o seguridad, cota a partir de la que se empezaría a soltar agua en caso de necesidad. La Confederación Hidrográfica del Norte, que tiene la palabra final sobre las actuaciones en los embalses, aprobó la propuesta de los usuarios y las instituciones.
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