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La policía registra el chalé donde estuvo secuestrado un empresario

Dos mujeres de la banda se pasearon por Muros (A Coruña) sin disimulo

Agentes de la comisaría de Vigo, siguiendo instrucciones del Grupo central de Secuestros y Extorsiones, registraron ayer el chalé donde pasaron varios días secuestrados el vicepresidente de la empresa Decoexsa, Pedro Aguirre Ormaechea, y el director gerente José María Navajas. Está en el lugar de O Portiño, saliendo del pueblo de Esteiro (Muros) en dirección a Noia, donde se apiñan varias casas de "madrileños" que sólo vienen a la costa por vacaciones. Por eso sorprendió a los vecinos que, poco antes de Semana Santa, entre el 8 y el 13 de marzo, hubiese movimiento en el chalé de la familia Estepa Mosquera. Un matrimonio de Santiago cuyo cabeza de familia trabajaba en Madrid hasta que hace meses enfermó y se retiró a A Coruña, donde viven sus hijos, para recuperarse.

Los policías entraron en la vivienda acompañados del hijo de Francisco Estepa, que comparte con su padre el nombre, y le pidieron explicaciones sobre los huéspedes que habían ocupado el chalé familiar durante unos días. Los agentes dedicaron toda la tarde a inspeccionar la vivienda, en la permaneció encadenado cinco días el empresario Aguirre y el gerente Navajas tras ser secuestrados en Madrid el día 6. La banda exigía 11 millones de rescate.

Nadie entre los lugareños sospechó nada hasta ayer por la tarde. El modesto chalé de la finca O Areeiro se encuentra rodeado de casas. En O Portiño todo el mundo creía que los inquilinos de hace unos días eran "amigos de Paco que habían venido a visitarlo" en su convalecencia. Sin embargo, todo indica que quienes moraron en O Areeiro fueron los secuestrados y el presunto cerebro de la banda, José Carlos Serna Sánchez, de nacionalidad española. Éste había sido denunciado meses atrás por un hermano de Aguirre por haberle estafado supuestamente tres millones en la compraventa de una finca de El Rocío (Huelva).

Las portuguesas Elsa María M. y María Manuela Do Espírito Santo A., supuestas cómplices de Serna, detenidas junto a él en Faro (Portugal) el jueves pasado, se alojaron mientras tanto a poco más de un kilómetro del chalé, en un hotel de Uía. Elsa, la rubia, conducía el Mercedes gris que sirvió de cabo para resolver el secuestro, y junto a la morena y al hombre paseó sin recato por Esteiro, desayunó, comió y cenó en los locales del pueblo, adquirió medias en la mercería y compró candados y cadenas del calibre 8 en la ferretería.

Elsa, con sus "gafas enormes de Dolce & Gabbana y sus botas altísimas" se recreó en su papel de turista, se prodigó en los corrillos vecinales, prometió volver en julio y hasta firmó en el libro de visitas del hotel antes de irse.

Los secuestradores dejaron libre a Navajas, al ser convencidos por Aguirre de que lo hicieran así, y posteriormente decidieron trasladarse a Monte Gordo, en el Algarve portugués, al sentirse cercados por la policía. Allí permaneció el vicepresidente de Decoexsa, narcotizado, encadenado, vigilado por dos portugueses permanentemente encapuchados, hasta que lo liberó la policía el pasado jueves.

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