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La falta de locales en el centro empuja a las firmas de moda a Ciutat Vella

Los inversores apuestan por las calles de Ferran, Santa Anna y Argenteria

Lluís Pellicer

Las calles del centro de Barcelona se han consolidado entre las más codiciadas del continente desde el punto de vista comercial. Tanto es así que cuando una firma encuentra un local no se va fácilmente. Hace meses que no hay operaciones de alquiler en el Portal de l'Àngel, y en el paseo de Gràcia sólo se espera alguna apertura porque hay inmuebles que han cambiado de manos. Las enseñas internacionales hacen cola para aterrizar en esta vía. Algunas aguardan, pero otras deciden apostar por calles de Ciutat Vella donde transite gente con frecuencia y el precio sea más asequible. Además, varias de las empresas que desembarcan en el centro para ubicar su flagshipstore (tienda insignia) luego abren otros establecimientos en Ciutat Vella.

Los locales de estas calles cuestan entre 20 y 30 euros el metro cuadrado

La nueva segunda línea prime barcelonesa la constituyen la calles de Santa Anna, Arcs, Canuda, Argenteria, el norte de La Rambla y Ferran. La directora de locales comerciales de Busquets Gálvez, Mónica Manguillot, explica que en dos meses, por ejemplo, la consultora ha cerrado cuatro operaciones en la calle de Ferran. En estas vías se han instalado marcas como Custo, Adolfo Domínguez, Hugo Boss, Vogue, Desigual, Timberland, Billabong y Tascón. Manguillot añade que la Bread & Butter ha facilitado el desembarco de estas firmas en Barcelona.

Al interés de las marcas se añade el de los inversores, que dejan de inyectar capital en la vivienda a causa de la crisis que atraviesa el sector. Según la consultora, éstos ahora compran locales en estas calles, a pesar del riesgo que implica que todavía no estén consolidadas como ejes principales. Los precios todavía son asequibles. Fuentes del sector los sitúan en una media de entre 20 y 30 euros mensuales por metro cuadrado. Esta cantidad está muy lejos de los casi 200 euros que se piden en el paseo de Gràcia, pero es casi el doble que hace un lustro.

La directora de Locales Comerciales de CB Richard Ellis en Barcelona, Dolors Jiménez, conviene en que estas calles emergen como segundas líneas prime. Jiménez razona que no todos los negocios pueden pagar los precios del centro de la ciudad. "Cada negocio tiene su caja, y los alquileres en el centro son muy elevados. Además, en la zona prime la rotación es muy baja, mientras que en esta zona es muy elevada", explica Jiménez.

A juicio de Manguillot, el barrio del Born vuelve a despertar tras pasar un tiempo en horas bajas. Muchos de los locales de la zona tuvieron que colgar el cartel de se traspasa al no funcionar sus negocios. Manguillot admite que esto todavía ocurre, sobre todo en algunas callejuelas, pero opina que las grandes calles del Born están remontando.

En cambio, Manguillot apuesta por todas las vías que dan al Portal de l'Àngel o La Rambla, y pone como ejemplo la calle de la Portaferrissa, que se ha convertido en una de las más caras de la capital catalana. "Hace unos años formaba también parte de este grupo de segundas calles. Hoy ya es prime", remacha.

La calle de la Portaferrissa, una de las principales vías comerciales de Barcelona.
La calle de la Portaferrissa, una de las principales vías comerciales de Barcelona.CARLES RIBAS

La actividad se mantiene

El mercado de los locales comerciales en las grandes ciudades sigue ajeno a la desaceleración económica y a la crisis inmobiliaria, de acuerdo con el boletín semestral de la consultora CB Richard Ellis. Los elevados precios que se piden por un local en Barcelona tampoco parecen disuadir a la demanda, en especial la internacional, que sigue siendo muy fuerte.

La principal dificultad con la que se topan las empresas es que apenas hay locales vacíos para alquilar. En el último semestre no ha habido ninguna operación en dos de las calles más cotizadas: Pelai y Portal de l'Àngel. En el paseo de Gràcia, en cambio, se han producido algunas, pero no para locales de menos de 100 metros cuadrados. Esta vía barcelonesa es la segunda más cara de la ciudad, por detrás del Portal de l'Àngel, con unos precios de 2.391 euros anuales el metro cuadrado.

Al paseo de Gràcia le siguen los alquileres que se han pagado en la Rambla de Catalunya por establecimientos de menos de 100 metros cuadrados (2.352 euros) y en Portaferrissa (1.570 euros). Las calles de Preciados, Serrano y Ortega y Gasset, en Madrid, siguen siendo las más caras de España.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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