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Reportaje:MAZDA 6 2.0 CRTD LUXURY | PRUEBA

Diseño deportivo y bajo consumo

La amplitud interior y el sentido práctico de los monovolúmenes y todoterrenos ligeros han reducido el gancho comercial de las berlinas como coches familiares. Y para detener la caída de ventas, la mayoría de las marcas está adoptando diseños más deportivos y una conducción más dinámica que busca seducir a los compradores que valoran el disfrute al volante. Éste es el planteamiento del nuevo Mazda 6, una berlina atractiva de comportamiento eficaz que realza lo que no pueden ofrecer los grandes familiares por su tamaño. Pero añade además un interior moderno y un completo equipo de serie sin penalizar los precios, aceptablemente ajustados (desde 22.500 euros).

Línea estilizada y estilo deportivo

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Dinamismo y economía

El primer Mazda 6 salió en 2002 y mostraba ya una imagen más deportiva que sus competidores. El nuevo la afianza manteniendo un estilo parecido, pero adopta un frontal más afilado que reafirma su carácter con unos faros muy rasgados y un parachoques bien integrado. El estilo dinámico se mantiene en el lateral con el trazo ascendente de las puertas. Y también en la zaga, alta y maciza. El resultado es una estampa sólida y moderna, pero con un toque elegante que aporta más empaque.

El nuevo 6 mide ahora 4,75 metros de largo, 6,5 centímetros más que el anterior, y es también 1,5 más ancho. Sin embargo, Mazda ha trabajado a fondo para reducir el peso, y, a pesar de su mayor tamaño, es entre 35 y 50 kilos más ligero, según la carrocería. Se han aplicado aceros especiales en el chasis, que es un 10% más rígido. Y como también se ha logrado una aerodinámica excelente (CX: 0,27), han mejorado la agilidad y los consumos.

Atractivo y refinado por dentro

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La estética deportiva sigue en el interior, con un diseño moderno y cuidado. Destacan el salpicadero y la consola central, muy bien presentados. Ofrece unos asientos grandes delante y unas plazas traseras correctas en espacio para las piernas. Tiene un buen maletero y suficientes huecos. Pero lo mejor es que mima los detalles con materiales y ajustes de calidad, y buenos acabados que crean un ambiente elegante y acogedor. Si a esto le añadimos una mecánica de tacto fino, suspensiones cómodas y una buena insonorización, tendremos una berlina a la última para viajar con confort.

Tres carrocerías y cuatro motores

La gama incluye tres carrocerías: 4 y 5 puertas, y SW o familiar (900 euros más). Se ofrecen con cuatro motores muy evolucionados que ahora gastan entre un 6% y un 11% menos: 1.8 (120 CV), 2.0 (147 CV) y 2.5 (170 CV) en gasolina, y 2.0 CRTD diésel (140 CV). El primero lleva cambio manual de cinco marchas, y los otros, de seis, pero el 2.0 se ofrece con un automático de cinco (1.375 euros).

Hay tres acabados -Active, Sportive y Luxury-, y todos destacan por incluir un equipo de serie más completo que sus rivales. El básico viene ya con seis airbags, ABS, control de estabilidad, sensores de lluvia y faros, climatizador, ordenador de viaje, radio-CD con MP3, llantas de aleación de 17 pulgadas y extras menos habituales, como cargador de seis CD y bluetooth. El Sportive añade sensor de presión de ruedas, faros bixenón, asiento del conductor eléctrico, botón de arranque, llantas de 18 pulgadas y tapicería de cuero y ante. Y el Luxury suma sensor de aparcamiento y tapicería de cuero. Tienen garantía de tres años o 100.000 kilómetros y tarifas ajustadas (recuadro izquierdo), pero sobresalen por su buena relación entre precio y equipamiento.

Conclusión

El Mazda 6 es una berlina de estilo deportivo para quienes buscan modelos menos vistos y disfrutan conduciendo. Ofrece una línea y un interior atractivos, un maletero grande y un comportamiento seguro. Tiene un buen motor turbodiésel de bajo consumo y, a pesar de su completo equipo de serie, es más asequible que otros rivales.

El Mazda 6 tiene una línea moderna y estilizada. Destaca el diseño del frontal, con un capó muy abombado, y tanto el trazo lateral ascendente como el diseño de la parrilla y los faros reflejan su estilo deportivo.
El Mazda 6 tiene una línea moderna y estilizada. Destaca el diseño del frontal, con un capó muy abombado, y tanto el trazo lateral ascendente como el diseño de la parrilla y los faros reflejan su estilo deportivo.CÉSAR LUCAS ABREU

AMPLITUD Y BUENA PRESENTACIÓN

El interior está bien presentado, con un diseño atractivo, materiales de calidad, como los plásticos blandos del salpicadero, y acabados correctos. Su estilo deportivo y elegante luce más con la tapicería de cuero del acabado Luxury (en las imágenes). Y destaca la consola central, que incluye unas teclas muy claras y fáciles de utilizar. Los adornos metalizados y la instrumentación con grafismos en rojo realzan el ambiente. Y el volante integra en los radios los mandos del equipo de música y otros accesorios para facilitar su uso. El espacio interior es desahogado en longitud y anchura. Tiene unos asientos grandes y cómodos delante y atrás, pero la banqueta posterior es de dos plazas y la tercera del centro resulta incómoda. Incluye muchos huecos, aunque sólo delante: dos posavasos junto al cambio, bolsas en las puertas, cofres en el apoyabrazos y a la izquierda del volante, pequeñas repisas sobre la consola central y el tirador de las puertas... En cambio, atrás sólo hay dos posavasos y una bolsa detrás del copiloto. El maletero es muy grande (519 litros), pero tiene truco: en vez de rueda de repuesto lleva kit antipinchazos. Y se amplía con el sistema Karakuri: abate los asientos sólo con tirar de una palanca. La zaga, muy alta, lleva el parachoques bien integrado.

MEJOR EQUIPADO

El acabado básico Active del Mazda 6 tiene un equipo de serie superior al de sus rivales, y a pesar de que los precios de todos ellos, salvo el del Mondeo, incluyen ya el descuento del mes, no es más caro. Sólo el Peugeot 407 sale 2.000 euros más barato con siete airbags, uno más, aunque hay que sumar el cargador de seis CD, el bluetooth y otros detalles opcionales. El Mondeo cuesta igual, y el nuevo Citroën C5 es sólo 400 euros más caro. Los dos tienen siete airbags, pero el Ford viene sin sensores de lluvia y faros, cargador de CD y control de velocidad. El Citroën tampoco incluye cargador de CD, pero añade la suspensión neumática de serie y el freno de mano automático. La mayor diferencia se produce con el VW Passat, 1.000 euros más caro con asiento del conductor eléctrico, pero no lleva sensores de lluvia y faros, cargador de CD ni mandos en el volante.

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