Vivien Leigh (en rojo) y Clark Gable (en azul)
El cineasta y dramaturgo Gerardo Vera colecciona carteles de películas desde que era un adolescente
Desde niño buscaba una ventana al mundo. Era un chico de 14 años y, "en medio de un franquismo gris, con curas, monjas y churros", entraba en el cine y salía diferente. Es entonces cuando Gerardo Vera inicia su colección única de carteles de cine. Se llevaba así a casa los sueños que había encontrado en la oscuridad de la sala. "Cuando salí de ver El demonio del mar yo quería ser Richard Widmark". También quiso ser Frank Sinatra o Clark Gable. Tantos como películas veía en el cine de su infancia, en Miraflores de la Sierra (Madrid). Ahora esos carteles inundan la vivienda madrileña de este escenógrafo, cineasta y dramaturgo, actualmente director del Centro Dramático Nacional y con una versión del Rey Lear en cartel en Madrid. Detrás de las puertas, en el pasillo, por el suelo de su estudio... A cada paso te topas con parte de la historia del cine. Los 101 carteles de esa colección se mostrarán a partir del 4 de abril dentro del marco del Festival de Cine Español de Málaga. La selección la ha realizado el propio Vera, buscando, entre los más de trescientos que guarda en trasteros y buhardillas, los títulos que a él más le fascinaron de joven y que puedan ser significativos para el público. Se entusiasma repasándolos una y otra vez y te acompaña por todas las habitaciones de la casa para ir mostrando sus tesoros. Los ha cuidado de manera especial, sobre todo los más antiguos, y los ha ido enviado a restaurar a Estados Unidos para lograr que los pliegues del papel -"te los daban doblados en cuatro"- se difuminen y que los dibujos no pierdan sus colores originales. En el dormitorio guarda una joya: el cartel que el pintor norteamericano Norman Rockwell hizo para la película El filo de la navaja. Y en el estudio muestra el primero que compró en 1952, El mayor espectáculo del mundo, o el último, que lo tiene todavía extendido en el suelo y que lo adquirió en Barcelona hace poco, Como un torrente, con Frank Sinatra y Dean Martin de protagonistas. Dice Gerardo Vera que todavía le quedan 30 o 40 piezas importantes para completar esta colección tan personal. Por ello viaja cada año a una subasta que se celebra en Barcelona para buscar aquellos que anhela desde hace tiempo, como el de Niágara o Río sin retorno. Allí, por ejemplo, encontró, hace tres años lo que este artista de 61 años considera el gran tesoro de sus tesoros y como tal será el eje de la exposición: el tríptico de Lo que el viento se llevó, por el que pagó 3.000 euros y en el que junto al cartel central del filme aparecen dibujados a cada lado los rostros de Vivien Leigh (en rojo) y Clark Gable (en azul).
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