La OCDE certifica que la economía de EE UU está al borde de la recesión
La zona euro aguanta mejor el embate de la crisis inmobiliaria y financiera
Para la economía de Estados Unidos, la recesión es una posibilidad que cada vez está más cerca de tornarse en certeza. Muchos expertos, con el ex presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, a la cabeza, dan por descontado que el PIB estadounidense ha dejado ya de crecer y que su valor se reduce. Pero la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) es el primer organismo multilateral que constata que EE UU puede entrar en recesión este año.
"La economía real ya no está a salvo de las turbulencias", según el informe
En la última revisión de sus previsiones para este año, la OCDE, que aglutina a las principales economías occidentales, reduce de forma notable su estimación para Estados Unidos. Así, mientras la previsión para la zona euro no se cambia (1,9%), el crecimiento anual del PIB estadounidense en 2008 pasaría del 2% al 1,4%. Un vaticinio que se apoyaría en una recuperación a partir de la segunda mitad del año, porque hasta el verano el panorama es poco alentador. El informe apunta a un crecimiento sobre el trimestre precedente del 0,1% entre enero y marzo, y un estancamiento (0%) entre abril y junio.
El responsable del servicio de estudios de la OCDE, Jorgen Elmeskov, explicó que la economía de EE UU "está básicamente estancada", pero que la previsión es el valor central de una horquilla en la que también se vislumbra la posibilidad de una contracción intertrimestral en el primer trimestre (hasta el -0,4% del PIB) y en el segundo (-0,5% del PIB). Los expertos consideran que una economía entra en recesión cuando acumula dos trimestres consecutivos en los que se reduce el valor de su PIB. En el caso estadounidense, la última ocurrió en 2001, tras los atentados del 11-S en Nueva York.
La OCDE suele revisar sus previsiones anuales en marzo, sólo tres meses después de la estimación de diciembre, lo que revela que los expertos del club de países desarrollados creen que el deterioro de la economía estadounidense está siendo muy rápido. Según desveló la agencia italiana Ansa, el FMI comparte este análisis y en un informe cuya publicación está prevista para el 12 de abril, mantiene que EE UU "está cerca de una posible recesión".
La OCDE achaca el declive estadounidense al impacto de la crisis hipotecaria -"la economía real ya no está al abrigo de las turbulencias financieras", dice el informe-, y al frenazo del mercado inmobiliario. Según el informe, el recorte de la inversión en viviendas ha detraído un punto porcentual del crecimiento en Estados Unidos en los dos últimos años, y su peso en la economía se ha aligerado hasta dimensiones similares a 1982, cuando EE UU vivió una de sus peores crisis en las últimas décadas.
El economista jefe de la OCDE aseguró que la restricción del crédito derivada de la crisis financiera internacional afectará a todas las economías avanzadas. Pero también dejó claro que Europa no "sufre tanto" las consecuencias de las turbulencias en los mercados y que la situación en el sector inmobiliario es "divergente".
Elmeskov indicó que, en algunos mercados inmobiliarios, como los de España e Irlanda "se ha iniciado un ajuste que va a seguir en otros", pero que los riesgos son "mucho menores" que en EE UU.
Las dos principales economías de la zona euro se quedarían en un crecimiento del 1,8% anual, mientras Italia tendría la expansión más débil (1,1%). La OCDE no presentó datos para otras economías de la eurozona, aunque un portavoz del organismo confirmó que el crecimiento de España se situará claramente por encima de esas tasas: la última predicción de la OCDE sitúa el crecimiento del PIB español en el 2,5%, seis décimas por debajo de lo estimado por el Gobierno para 2008.
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