Policías españoles ayudan a liberar a dos empresarios secuestrados en Venezuela

Una vez más, dos inspectores del Grupo de Secuestros y Extorsiones de la policía española tuvieron que hacer las maletas a toda prisa y volar desde Madrid a Caracas para actuar como negociadores en el caso de dos empresarios españoles que habían sido secuestrados en Venezuela.

El canario Maximino Manuel Brito Martín y el gallego Jesús Ovidio Domínguez Ventín habían sido secuestrados en Venezuela el pasado 3 de marzo. Y ahora, tras casi dos semanas de cautiverio, han sido liberados por la División Antisecuestro del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalistas de Venezuela.

Los agentes fueron hace poco a Yaracuy para asesorar a la colonia española

La puesta en libertad de ambos ciudadanos se ha producido sin que sus familias hayan tenido que pagar rescate, según la policía española, que también envió al citado país a miembros del GEO (Grupo Especial de Operaciones).

Brito, de 79 años, nacido en San Bartolomé (Lanzarote), fue secuestrado cuando salía sobre las cuatro de la madrugada de su domicilio de la urbanización Obispo Alvarado de San Felipe en una camioneta pick up Ford, de color verde. Los secuestradores, que llevaban varios días vigilando sus movimientos, le interceptaron y le obligaron a entrar en otro vehículo. Dos horas después, telefonearon a su familia para informarles de que le tenían retenido.

Brito, que es propietario de vacas lecheras para la producción de quesos en Veroes (Estado de Yaracuy), fue liberado en la madrugada del pasado domingo en buen estado. "Nos ha contado que no sabe dónde estuvo retenido, ya que siempre lo tuvieron encapuchado. Lo sacaron de un lugar y lo llevaron a otro", relató un portavoz familiar.

Los captores exigían por la libertad de Brito un millón de bolívares (297.000 euros), cantidad que, según la policía española, no se llegó a abonar.

Se da la circunstancia de que agentes del Grupo de Secuestros y Extorsiones habían estado recientemente en el Estado de Yaracuy para interesarse por la situación de la numerosa colonia española residente en esta región, ya que está muy amenazada por las bandas de secuestradores que hay en este territorio.

El otro español liberado es Jesús Ovidio Domínguez Ventín, hispano-venezolano, de 68 años, nacido en Muxía (A Coruña), y dueño de una pastelería del sur de Caracas. Residente en la zona de Bello Monte, en la capital, fue secuestrado cuando conducía su vehículo la tarde del 3 de marzo por la autopista Caracas-Maracay, a la altura de la terminal de autobuses La Bandera.

"Fueron 15 días en un sitio oscuro, sin luz, sin lavarme, ni cambiarme la ropa y sin llevarme al baño", se quejó Domínguez en declaraciones a Radio Galega. Cuando no quería comer, sus captores le obligaban a ingerir "aunque fuese un poquito" y le suministraron los medicamentos necesarios para tratarse el dengue.

Las negociaciones llevadas a cabo por dos inspectores del Grupo de Secuestros de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) resultaron clave para su puesta en libertad sin efectuar pago de rescate.

Según María, hermana de Domínguez, éste se encuentra bien, pese a haber pasado dos semanas en un lugar oscuro y tomando sólo líquido, por lo que está muy delgado y con una barba larga. La hermana aseguró: "no ha sido necesario pagar el rescate", que ascendía a 700 millones de bolívares (214.000 euros), aunque luego comentó que habían tenido que entregar la mitad.

María Domínguez también aclaró que el secuestrado "ha llevado muy bien" su enfermedad -sufre dengue tras ser picado hace un año por un mosquito y necesitaba medicación diaria-, además de sufrir hipertensión.

La policía descubrió la casa donde permanecía retenido gracias a que los agentes españoles localizaron una llamada telefónica realizada por una de las hermanas del jefe de los secuestradores, a quien localizó junto a otra mujer. Ambas acabaron por revelar dónde estaba cautivo el empresario gallego.

Domínguez tiene previsto viajar a España para visitar a su familia, cuando esté recuperado, ya que, la última vez que visitó Muxía fue hace 12 años.

La policía española ha participado desde el año 2006 en la liberación de otros españoles en diversos países, entre ellos Venezuela, como fueron los casos de Alberto Cid Souto, Francisco Muradas y Javier Bespín.