Barcelona y Sant Adrià rompen fronteras

Los Ayuntamientos de Barcelona y Sant Adrià han puesto en marcha un plan de transformación urbanística que busca reformar el margen derecho del Besòs y que permitirá acabar también con las fronteras históricas que durante años se han interpuesto entre ambas ciudades. Una nueva avenida de 3,5 kilómetros de largo y cuatro carriles de ancho unirá, por encima de la Gran Via, la estación del AVE en la Sagrera con el parque del Fórum; se cubrirán las vías de Cercanías Renfe a su paso por La Verneda, y las viejas viviendas de La Catalana se demolerán para dejar paso a la construcción de 1.380 pisos y un nuevo entramado de calles.

"La relación histórica de Barcelona con Sant Adrià y otros municipios colindantes ha sido de olvido y prepotencia", reconoció ayer el alcalde de la capital catalana, Jordi Hereu, quien señaló que ahora "es necesario trabajar conjuntamente para unir territorios y construir nuevas centralidades". Precisamente con esa idea se puso en marcha el Consorci del Besòs, constituido por ambos consistorios en 1998, y que prevé finalizar la transformación de la zona dentro de 10 años.

Una nueva avenida unirá la estación del AVE de Sagrera con el Fórum

Una de sus actuaciones estrella es la construcción de un nuevo eje que conectará la Via Trajana (AVE Sagrera) con la calle de Sant Raimon de Penyafort (Fórum). Para ello se construirá un puente por encima de la Gran Via, que quedará semicubierta entre la calle de Extremadura y el puente de la autopista C-31. Las obras permitirán crear nuevos tramos para la circulación y supondrá el ensanchamiento de algunos de los ya existentes. Cuando esté terminada la nueva avenida, se podrá acceder fácilmente al campus interuniversitario del Besòs y a la Spiralling Tower, el singular edificio de la arquitecta de origen iraní Zaha Hadid que servirá como uno de sus principales referentes.

El Consorci trabaja también en la reordenación del polígono industrial de Montsolís (360.000 metros cuadrados), cuyos viejos almacenes han quedado obsoletos con el paso de los años y que está mal comunicado a pesar de tener la Ronda del Litoral al lado y el metro de La Verneda. El objetivo es modernizar sus equipamientos y combinar la actividad industrial que hasta ahora se desarrollaba en la zona con los servicios, el comercio, nuevas oficinas y algunos edificios de viviendas. De paso, la actuación urbanística servirá para mejorar la comunicación entre ambas ciudades a través de la zona industrial, que ahora se entorpece debido al estacionamiento habitual de camiones en la calle de Balmes.

No muy lejos de allí, tras la ciudad deportiva del RCD Espanyol, se construirá otro puente. Esta vez para unir los dos tramos de la carretera de Mataró, hasta ahora separados por la vía del tren. También en el margen derecho del río han comenzado ya las obras para reformar el viejo sector de La Catalana y se prevé que los vecinos que viven en el barrio puedan ocupar sus nuevas viviendas dentro de un año. El proyecto incluye 1.380 pisos: 853 para el mercado libre y 527 protegidos.