Tras un puñado de huesos

La policía portuguesa investiga un saco de plástico con huesos, encontrado en el fondo del embalse de Arade, en el Algarve portugués, donde desde hace días unos investigadores privados buscan el cuerpo de Madeleine, la niña inglesa de tres años desaparecida el 3 de mayo de 2007 en Praia de Luz, a unos 40 kilómetros de la zona.

Los huesos, que podrían ser de un animal o de una persona, fueron hallados por un equipo de buceadores que rastrea el embalse desde el lunes, contratados por el abogado Marcos Aragão Correia, que dice realizar la investigación de manera particular y con su dinero.

Los huesos, "de tamaño pequeño", según la asistente del abogado, aparecieron en el interior de una bolsa de plástico atada con cuerdas y cubierta de lodo. La Policía Judicial portuguesa se ha llevado varios para analizarlos. El resto ha sido recogido por la empresa de detectives Método 3, contratada por los padres de la pequeña. Un portavoz del abogado aseguró ayer que no tienen la seguridad de que los huesos pertenezcan a la pequeña Madeleine. Tampoco un resto de calcetín hallado dos días antes.

Ésta no es la primera investigación que Marcos Aragão Correia realiza en torno a la niña británica. Dos semanas después de su desaparición este abogado financió su búsqueda en el mismo embalse donde ahora han aparecido los huesos. Correia asegura que tiene "pistas" sobre el paradero de la pequeña, aunque nunca ha detallado cuáles son ni quién se las ha facilitado.