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Reportaje:A dos días para el inicio del Mundial de F-1

"Estoy extramotivado"

Alonso comparte de nuevo mesa con Hamilton y Raikkonen y se muestra confiado en las posibilidades de Renault

A punto de arrancar el Mundial de F-1, Fernando Alonso recupera la sonrisa. Llegó a Australia el lunes por la mañana y aguantó como pudo hasta las seis de la tarde. "A las tres ya me notaba cansado, pero unas horas después ya no resistí más", explicó ayer, conversando relajadamente con algunos periodistas españoles en el pabellón de Renault. La imagen que ofrece el piloto asturiano es la de una persona tranquila, sosegada, consciente del papel que le toca jugar este año. Se le ve relajado, divertido incluso. Y al mismo tiempo tremendamente ilusionado.

"No está muy claro dónde estamos. Quizá falta confianza", dice Alonso de su equipo
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"Estoy extramotivado, al igual que todo el equipo", explicó en su primera comparecencia oficial, en la conferencia de prensa que organiza la Federación Internacional (FIA), compartiendo mesa con Lewis Hamilton y Kimi Raikkonen, los tres pilotos que ocuparon el podio final en el pasado Mundial. "La mayor diferencia que he encontrado en Renault es que, tras un año de malos resultados, quizá les falta un poco de confianza. Después de ganar dos títulos consecutivos juntos, cuando me fui el equipo confiaba mucho en sí mismo. Ahora les falta un poco. Pero no hay que demostrar nada a nadie. Hay que seguir trabajando duro para alcanzar una buena situación. Ellos están motivados para repetir los éxitos del pasado. Y para mí volver a Renault supone un gran desafío. Todos tenemos el mismo objetivo".

El calor es asfixiante en Melbourne. El termómetro ascendió ayer hasta los 39 grados y los europeos no encontraban un lugar donde cobijarse. Entre el viaje y el cambio tan brusco de temperatura las caras eran de cansancio. Pero el ajetreo propio de cualquier gran premio no cesó. En Renault agotaban las últimas horas antes de que su nuevo R28 entre en competición para evaluar la escasa mejora que parece que puede suponerles el alerón trasero, incorporado al coche para esta carrera. "Algo puede aportarnos, alguna décima, pero trabajamos en muchos otros aspectos y hay que ir arañando un poco de cada lugar", explicó Denis Chevrier, ingeniero de motores de la escudería.

Todo el mundo da por hecho, y Alonso también, que Ferrari, McLaren y, probablemente, BMW estarán por delante de ellos. El español es cauto en su análisis. "Tras los entrenamientos invernales no está muy claro dónde estamos", indicó Alonso. "En realidad, hasta el sábado por la tarde, después de la cronometrada, no se sabrá exactamente dónde está cada equipo. Puede que el alerón trasero nos ayude un poco en este circuito, porque nos quita grip [adherencia] y permite más velocidad punta, pero no en otros trazados".

El asturiano, de 26 años, sin embargo, no ha perdido ánimo por el hecho de que este año no disponga de un coche ganador, como ocurrió en sus últimas tres temporadas. "Desde 2005 tuve un coche capaz de ganar carreras desde el primer gran premio", dijo. "Este año parece que no será así. Pero el campeonato es muy largo y en Renault saben hacer un coche ganador. Hay tiempo para remontar y tengo plena confianza en nuestras posibilidades". Sin embargo, los demás también. Raikkonen mostró una nueva perspectiva, oculta hasta ahora, de su personalidad. En el centro de la mesa, sonrió varias veces y estuvo distendido, mientras afirmaba que Alonso tenía un coche más rápido y competitivo el año pasado. "Seguro", afirmó el campeón mundial. "En las próximas dos carreras podrá verse si, con la marcha de Alonso, McLaren ha perdido algo o no. Yo estoy convencido de que es un gran equipo y seguirá siendo tan fuerte como siempre".

Hubo cierta complicidad entre los tres pilotos, especialmente entre Hamilton y Raikkonen. Miradas cruzadas, sonrisas intencionadas, y sólo buenas palabras entre ellos, incluso cuando se preguntó a Hamilton y a Alonso si se sentían decepcionados por haber tenido que cambiar de compañero de equipo. "Heikki [Kovalainen] trabaja más en equipo y la relación con Fernando era distinta", respondió Hamilton. "Él era un campeón y para mí fue un privilegio tenerle al lado. Que se haya ido es un reto tanto para Heikki y para mí. Es una lástima que no esté con nosotros". Alonso concluyó: "Ahora no estamos juntos, pero seguimos compitiendo el uno contra el otro, aunque en distintos equipos y con otros compañeros. Yo tengo a Piquet que, como todos los jóvenes pilotos, aporta frescura y nuevas ideas. De todos se puede aprender. Cada año es un nuevo desafío". Los malos momentos parecen olvidados. Pero la guerra entre ellos sigue tan viva como siempre.

Hamilton bromea con Raikkonen mientras Alonso atiende a las preguntas de los periodistas.
Hamilton bromea con Raikkonen mientras Alonso atiende a las preguntas de los periodistas.EFE

El calor amenaza con cambiarlo todo

Entre el comienzo del Mundial del año pasado y el de éste muchas cosas han cambiado. Pero hay un hecho diferencial que nadie ha podido controlar: el calor. La mayor parte de los equipos no contaban con él. No podían imaginar que los entrenamientos, la cronometrada y la carrera tuvieran que correrse con una temperatura ambiente que rondará los 40 grados y que dejará la pista en más de 50. "Nos ha sorprendido", admiten los pilotos y los ingenieros. "Y más aún, teniendo en cuenta que el año pasado incluso hacía frío en estas mismas fechas".

En 2007, la carrera de Melbourne se disputó con una temperatura de 21 grados. Ayer se alcanzaron los 39 y para hoy y el domingo se esperan puntas de 40.

"Con la pista caliente el deterioro de los neumáticos es mucho más grande", señaló Fernando Alonso. "Es algo que no hemos podido estudiar durante las sesiones de entrenamientos de pretemporada, porque nunca hemos corrido en estas condiciones. Tenemos los mismos compuestos de neumáticos que el año pasado, pero es evidente que la carrera será muy distinta".

El fabricante de neumáticos Bridgestone eligió gomas blandas y semiduras para la carrera australiana, al igual que en 2007, sin evaluar el fuerte calor que está haciendo. Nadie se quejó. Ahora todo el mundo deberá lidiar con esta circunstancia y sufrir el hecho de que el deterioro de las gomas blandas es mucho más rápido a tan altas temperaturas.

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